Bilbao - Alrededor de 3.200 pasajeros de diferentes compañías y destinos, aunque los enlaces con Madrid de Iberia fueron los más afectados, resultaron ayer damnificados en la primera jornada de huelga convocada por el comité de empresa del Aeropuerto de Bilbao. Una movilización entre los 169 trabajadores de Aena que el portavoz del comité, José Manuel Lorenzo, calificó sin ambages como “éxito rotundo”. Finalmente fueron 20 los vuelos que se quedaron en tierra como consecuencia de la decisión de las aerolíneas de no correr riesgo a la hora de atender a sus clientes. Lufthansa, Air France, KLM y Vueling decidieron suspender varias de sus rutas a Fráncfort, Múnich, París, Ámsterdam y Barcelona y avisaron a sus clientes al menos con 24 horas de antelación, dando opciones alternativas para el transporte a sus clientes. Iberia fue la que más afectada se vio, ya que la mitad de sus conexiones quedaron anuladas y ocho vuelos no despegaron, bien de Madrid o bien de Bilbao.
Esto se debió a que los servicios mínimos dados a conocer el sábado por el Ministerio de Fomento protegía de la huelga al 100% de los vuelos con las islas, el 57% de los vuelos extranjeros y peninsulares cuyo medio de transporte alternativo superara las cinco horas y al 32% de las rutas domésticas con otro transporte de cinco horas.
A esta afección se unieron retrasos menores en algunos vuelos y al menos dos de más de una hora, los que volaron a Valencia por la mañana y uno a Dubrovnik por la tarde. El resto de los enlaces fueron atendidos por los servicios mínimos que “hemos cumplido a rajatabla”, aseguró José Manuel Lorenzo, del sindicato CCOO en un receso de la marcha que unos sesenta trabajadores protagonizaron por el interior de la terminal. Un cumplimiento que, según el sindicalista, no siguió la dirección del aeropuerto. Lorenzo denunció que autorizaron la operación de al menos seis vuelos “que no estaban protegidos por la resolución de Fomento” sobre servicios mínimos.
En la movilización y sus eslóganes quedó claro que las reivindicaciones no son salariales, sino de creación de más empleos que “alivien la presión brutal que tiene la actual plantilla”, especificó Lorenzo.
Según relató también el presidente del comité de empresa, Iker Gonzalo, tenemos “unas necesidades laborales y de empleo que tienen que ser atendidas a la mayor brevedad posible”. Remarcó así mismo que “se está viendo que la huelga está siendo apoyada masivamente, porque el clima en este aeropuerto es insostenible y la gente está diciendo basta ya a esta situación”. Según especificó, las reivindicaciones sindicales “se remontan a 2016”, cuando hicieron llegar a la directora un informe que recogía los cálculos de plantilla que eran necesarios, ya entonces, para asumir el aumento de carga de trabajo. Tres años después esas necesidades de empleo han crecido en el servicio directo al pasajero y seguridad aeronáutica, donde los sindicatos creen inamovible una cifra de aumento de plantilla de, como mínimo, 25 trabajadores. Hace un año la dirección de Loiu, “estuvo de acuerdo y reconoció que al menos eran necesarias diez personas más, pero, no se nos ha hecho caso”.
El próximo paro está convocado para el domingo, una jornada en la que están previstas, por ahora, 140 operaciones, la misma cantidad que antes de ayer, aunque el aumento de la actividad aérea por las vacaciones puede suponer que a lo largo de esta semana el número de vuelos aumente. Lo que no está previsto es reunión alguna para desactivar los paros.