madrid - La Memoria 2017 de Cáritas, elaborada a partir de encuestas de la Fundación FOESSA, reveló ayer que el 18 % de la población española se encuentra en situación de exclusión social, lo que supone un total de 8,6 millones de personas, de las que la mitad, está en exclusión severa, lo que es un 40% más que hace 10 años, cuando comenzó la crisis. Asimismo, advierte de que existen 6 millones de personas en situación de integración social muy débil que podrían caer en la exclusión si empeorase la situación económica.

Bajo el lema Compartiendo compromiso, Cáritas da cuenta del destino de los 353 millones de euros invertidos en numerosos programas de lucha contra la pobreza y la desigualdad en España y otros países. Entre las conclusiones del informe, el coordinador de Estudios de Cáritas, Raúl Flores, destacó que 10 años después del comienzo de la crisis, los niveles de exclusión social no se han recuperado, ya que, al comparar los actuales con datos de 2007, se observa un aumento de la exclusión global de un 12% y de un 40% en el caso de la exclusión severa.

menos salario, más exclusión No obstante, Flores reconoció que la exclusión social se ha reducido en los últimos 5 años, al pasar del 25 al 18% de la población, aunque en el caso de la severa, el descenso es menor y pasa del 11 al 9% entre 2013 y 2018, datos que llevan a concluir que existe una recuperación “a dos velocidades” entre aquellos que viven una participación social integrada de los que se encuentran en espacios de exclusión.

Por otra parte, los datos de la encuesta ponen de manifiesto que 1 de cada 5 personas en exclusión está afectada también por problemas de vivienda, empleo y salud. En esto, el coordinador destacó que, en el último decenio, la población en exclusión ha sufrido un empeoramiento en la capacidad de consumo, vivienda, participación política, salud y aislamiento social.

Además, el estudio constata que el empleo no asegura la integración, debido a los bajos salarios y la temporalidad, y a que la mitad de las familias en las que hay un empleo no disfrutan de una integración plena.

núcleos débiles Flores también subrayó que la brecha de sexo repunta la exclusión y que, en este año, existen situaciones de exclusión en el 16% de los hogares, en los que el sustentador principal es un hombre, mientras que este dato sube hasta el 20% cuando la cabeza de familia es una mujer. A su vez, los hogares con menores y jóvenes sufren mayores niveles de exclusión y, en la actualidad, el 23% de los menores se encuentran en hogares en esta situación, frente al 18% previo a la crisis.

Las personas entre 45 y 64 años también son “protagonistas negativos” de esta realidad, que ha pasado de un nivel de exclusión del 13% en 2007 al 18% actual. Por su parte, las familias numerosas y monoparentales también son vulnerables, ya que el riesgo de exclusión se multiplica por 1,9 entre las familias con o 3 o más hijos y por 1,6 en aquellas con un progenitor.

En cuanto a los inmigrantes, su riesgo de exclusión se multiplica por 2,6. Así, desde Cáritas han advertido de que “se están debilitando los vínculos de nuestro modelo social, ya que las diferencias que existen en las condiciones de vida entre diferentes capas y colectivos sociales están tensando los ligamentos que nos mantienen unidos como sociedad”. - Efe