vitoria - Castellón, Granada y Bilbao se tiñeron ayer de luto al ser protagonistas de una nueva jornada trágica de violencia de género, ya que cuatro mujeres, dos de ellas niñas, murieron en apenas nueve horas. Con estas, ya son 40 las mujeres fallecidas a manos de sus parejas y exparejas en lo que va de año, según datos del Ministerio de Igualdad.
doble parricidio El primer crimen tuvo lugar en Castellón cuando, supuestamente, Ricardo C. G. mató a cuchilladas la madrugada de ayer -hacia las 05.30 horas- en su domicilio a sus dos hijas, Martina, de 2 años, y Nerea, 6, tras acusar a su exmujer de querer quedárselas. Después del suceso, se suicidó arrojándose por la ventana desde un sexto piso. Cuando se enteraron de lo ocurrido, tanto la madre, de 42 años, como la abuela, de 75, fueron trasladadas a un centro hospitalario para recibir atención psicológica.
A pesar de que, tras el suicidio, no se aclarará judicialmente lo ocurrido, el autor del parricidio había confesado a un amigo que estaba desesperado por los problemas económicos tras quedarse en el paro, verse con una cuenta embargada y con miedo de que en el proceso de separación las niñas pudieran acabar con su madre, con quien llevaba un año separado.
Asimismo, a pesar de que el hombre no tenía antecedentes penales ni constaban episodios previos de violencia doméstica, sí había contra él dos procedimientos abiertos en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer. El primero se llevó a cabo en enero tras recibir un parte médico, mientras que el otro, de febrero, fue tras una denuncia de la exmujer por amenazas. Sin embargo, ambos se archivaron a petición del fiscal y de la víctima, que no quiso declarar.
apuñalada El segundo trágico suceso de ayer tuvo lugar en Maracena, Granada, alrededor de las 10.20 horas, cuando un hombre, de 49 años, habría matado a puñaladas a su expareja, de 39 años. Pese al proceso de separación en el que estaban inmersos, la pareja seguía residiendo en el domicilio conyugal junto al hijo de ambos, de 12 años.
En la vivienda, Nuria Alonso Mesa solicitó auxilio a gritos, que oyeron una vecina. Esta llamó inmediatamente al 112, pero cuando la Guardia Civil y los servicios sanitarios llegaron, únicamente pudieron constatar la muerte de Alonso por heridas de arma blanca. A su vez, detuvo al supuesto agresor, que se encontraba a su lado, y que está en dependencias de la Guardia Civil de Maracena.
A pesar de que en un primer momento se afirmó que el hombre no contaba con denuncias por malos tratos, el padre de la víctima constató que, efectivamente, su hija sí las había llevado a cabo por maltrato -sobre todo psicológico- tanto en el área de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Maracena como a la Guardia Civil.
Sin embargo, los agentes le habrían dicho que el hombre “no guardaba los perfiles. Le decían que no siguiese denunciando porque no servía para nada, que no daba el perfil. ¿Qué perfil tiene que darse entonces?”, afirmó Eduardo Alonso, el padre de la fallecida.
Además, también consta la consulta de la víctima en el Instituto Andaluz de la Mujer para anunciar que atravesaba un “divorcio conflictivo”.
degollada El tercer suceso tuvo lugar a la 13.30 horas, cuando la Ertzaintza encontró el cadáver de Maguette Mbeugou, una mujer de 25 años y de origen africano, degollada en su domicilio del número 25 de la calle Ollerías Altas, una zona del barrio de Atxuri con problemas de convivencia e inseguridad. Por su parte, la joven senegalesa había presentado una denuncia por violencia de género contra su pareja.
El supuesto agresor es un inmigrante con papeles que tenía un trabajo de mantenimiento en el cercano barrio de Txurdinaga, y al que, según los vecinos, sus hijas “adoraban”. Las niñas, de menos de cinco años, presenciaron el crimen y declararon que pensaban que su madre “estaba dormida”.
Cuando la Policía fue alertada por una vecina del inmueble buscó a la pareja de la víctima, que había huido en el momento del crimen, hasta que, hacia las 19.00 horas, fue detenido en la localidad guipuzcoana de Mutriku. Sin embargo, sigue buscando el arma con el que se efectuó el crimen. - DNA
Castellón. El hombre habría matado a sus hijas para impedir que su madre, de la que se había separado, se las llevara.
Maracena. La mujer apuñalada por su expareja había denunciado maltrato psicológico.
Bilbao. La joven senegalesa degollada había advertido del maltrato de su pareja.
Ana Julia Quezada. Un informe de la Guardia Civil incluido en el sumario del crimen de Gabriel Cruz apunta a que Ana Julia Quezada podría haber acabado también con la vida, en 1996, de su hija, Ridelca, de cuatro años.
El Chicle. La jueza que investiga la muerte de Diana Quer finalizó ayer la investigación contra José Enrique Abuín, El Chicle, sospechoso de un “delito de agresión sexual en concurso con un delito de detención ilegal”, ambos en grado de tentativa.
La delegada del Gobierno en Granada animó a la implicación de todos los individuos para combatir la violencia de género.
40
Mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en lo que va de año.