MADRID. Se ha dirigido en diferentes provincias españolas contra los compradores de material pedófilo producido por un grupo ya desarticulado en la operación Trinity llevada a cabo por ambos cuerpos y que culminó en el verano de 2016.

En el ámbito internacional el grupo productor de pornografía infantil desarrolló más de novecientas operaciones comerciales con más de quinientos cincuenta clientes en cuarenta y cuatro países, informan la Guardia Civil y los Mossos.

Entre los casos más destacados se encuentra uno de Ciudad Real en cuyo registro se halló material pedófilo producido por el investigado en connivencia con otra persona y la rápida actuación de los agentes permitió su identificación.

En Málaga se descubrió que otro de los investigados es un profesor de un instituto que se valía de su situación para realizar acercamientos con sus alumnos con fines sexuales.

En Cantabria se detectó un caso en el que el investigado trabajaba en una escuela infantil y se valía de su acceso a los menores para realizar fotografías pedófilas y apropiarse de su ropa interior.

En Cataluña se descubrió la existencia de una librería que había mantenido relaciones comerciales con la empresa vinculada al grupo que pudo haber gestionado el envío de más de mil pedidos.

Esta investigación se inició a raíz de la desarticulación en 2016 de un grupo dedicado a la pornografía infantil durante la citada operación Trinity en la que fueron arrestadas siete personas por múltiples delitos de abuso sexual a menores así como producción y distribución de pornografía infantil.

Las gestiones permitieron constatar que en un piso del municipio tarraconense de Tortosa se efectuaban abusos sexuales y se grababan estas prácticas, lo que ya había permitido la detención en mayo de 2015 de tres personas, dos de nacionalidad francesa y la otra marroquí, para los que se decretó ingreso en prisión.

El análisis del material intervenido permitió identificar al resto de componentes del grupo organizado ubicados en Barcelona, Bilbao y Valencia, lo que permitió llevar a cabo cinco registros y cuatro detenciones de personas que ya habían sido arrestadas en otras operaciones por corrupción de menores en la calle.

El citado domicilio de Tortosa funcionaba como sede de la productora y en el mismo los implicados tenían preparados para su distribución postal más de 1.400 DVDs y un catálogo de más de dos mil títulos.

La productora establecida por el grupo había estado en funcionamiento entre 2008 y 2015 y en los últimos años incorporaron la distribución a través de internet.

Del análisis efectuado de las imágenes intervenidas en las dos fases de la operación los investigadores detectaron veintiocho dominios web desde los que se estaba distribuyendo pornografía infantil así como más de un millón de fotografías y vídeos de material pedófilo y mil DVDs.

Los agentes comprobaron que gran parte del material era producido por el grupo mediante la captación y explotación sexual de menores que se encontraban en situación de riesgo marginal en Barcelona, Tortosa, Valencia y Marruecos.

Más de ochenta menores fueron identificados como víctimas tras el estudio de cinco mil fichas y de los fotogramas de los vídeos incautados, la mayor parte con nacionalidades de países del norte de África, este de Europa, Asia y España.

Destacó la labor operativa llevada a cabo en el barrio de El Cabanyal de Valencia en la identificación de víctimas.

La situación económica de muchas familias de esta zona la convirtió en el objetivo del grupo a la hora de captar a menores para sus prácticas y solo en este barrio fueron identificados catorce menores como víctimas.

También se constató que buena parte de las imágenes habían sido producidas en viajes realizados entre 2000 y 2015 a Sri Lanka, Túnez, Camboya, Laos, Tailandia, Singapur, República Checa, Kenia, Francia, Java y Bali.

El estudio patrimonial realizado demostró que solo en tres años el líder del grupo recibió más de ochenta mil euros.