vitoria - Aún tienen por delante un mínimo de tres días de navegación y ya están notando el empeoramiento de las condiciones meterológicas y del estado del mar. En el Aquarius ha bajado la presión porque se ha solucionado el problema de hacinamiento y de falta de suministros, pero las olas y la duración de la travesía están haciendo que haya muchas personas mareadas y vomitando, explicaron en la oficina de Bilbao de Médicos sin Fronteras.

Nagore Eskisabel explicó a DNA que “excepto por los mareos, las condiciones médicas de las 106 personas a bordo del Aquarius están en situación estable”. Sin embargo, al personal sanitario de Médicos sin Fronteras en el buque (cinco médicos, enfermeras y una matrona) les preocupa “el empeoramiento de las condiciones climáticas” porque pueden retrasar la llegada a puerto. Desembarcar en Valencia -explica Nagore- “no era la mejor de las alternativas, porque a estas personas que ya están exhaustas, cansadas, estresadas y angustiadas les metes cuatro días más de travesía y encima con unas condiciones climáticas que van a ir empeorando”.

La larga travesía supone también -recordaron desde MSF- que su barco no podrá estar durante varios días en el Mediterráneo central y “no podrá socorrer a las personas que no dejarán de intentar salir de Libia y llegar a Europa”.

Sobre la vida a bordo, la portavoz de MSF en Bilbao indicó que tras el traslado de 523 personas a otros dos barcos, “los refugiados del Aquarius han podido asearse y desayunar en mejores condiciones”. - B.S.