MADRID. En el caso del CO2, según explica la organización de consumidores, los coches vendidos en la actualidad están homologados de acuerdo con los ciclos NEDC o, los más nuevos, el WLTP, que simulan una conducción urbana y extraurbana.

Sin embargo, la norma permite una serie de "modificaciones" (usar lubricantes especiales, neumáticos sobre inflados, desconectar el alternador, etc) a los coches que van a ser homologados que hacen que el resultado sea más optimista que si se realiza el mismo ciclo en un laboratorio independiente.

OCU, junto a organizaciones europeas, ha realizado las mismas pruebas, los test WLTP, en un laboratorio homologado, en coches salidos del concesionario sin modificar.

Los resultados de estos test señalan que el 41 % de los vehículos rebasa los límites de partículas y el 27 % superan el límite legal de NOx.

Los resultados en carretera, según la organización, "son aún peores", ya que "en la actualidad las emisiones reales" se multiplican por 5 respecto de los valores obtenidos durante la homologación "y no hay ninguna norma que sancione este incumplimiento".

En 2019 las emisiones no podrán superar el doble del valor medio en el laboratorio y en 2012 no podrán rebasar en más del 50 %, señala la organización.

OCU advierte de que es más grave en los coches antiguos, que emiten mucho más que los modelos nuevos, un problema "especialmente relevante" en el Estado español, donde la edad media de los coches supera los 12 años.

Las emisiones de los automóviles son las principales responsables de la mala calidad del aire en las ciudades, lo que tiene consecuencias graves para la salud: alrededor de 24.000 personas fallecen cada año de forma prematura por esta causa.