Donostia - Un niño de 5 años resultó ayer herido muy grave en el parque Kutxa Ekogunea, donde se encontraba realizando una actividad escolar cuando fue golpeado por un enorme roble que cedió. La rápida actuación de los bomberos así como de los servicios médicos del lugar hicieron que el suceso no tuviera un desenlace más trágico aún si cabe. Se da la circunstancia de que este suceso se produjo apenas unas semanas después de que otro menor de la misma edad falleciera en el parque del Retiro de Madrid golpeado por otro árbol que venció a las fuertes rachas de viento.

Los hechos en Kutxa Ekounea ocurrieron minutos antes de las 10 horas en una jornada especialmente lluviosa y en la que, a primeras horas, el viento azotó con fuerza el territorio. El menor, alumno de la ikastola Langile de Hernani, había acudido, como cada semana, con su clase a participar en la actividad Baso Eskola cuando, por causas que se están investigando, un enorme roble de 15 metros de altura y un metro de diámetro venció, golpeando violentamente la estructura de madera en la que se encontraba el grupo y golpeando y dejando atrapado al menor.

Inmediatamente se movilizaron todos los recursos de emergencias, que acudieron al lugar en cuestión de minutos. “Hemos recibido el aviso de que podía haber varios niños atrapados y cuando hemos llegado, la UVI móvil ya estaba allí y nos han dicho que era un niño de cinco años que se encontraba inconsciente”, relataba a pocas horas después del incidente el sargento de bomberos Álex Blanco, todavía con el susto en el cuerpo. Este bombero, con una trayectoria de más de 20 años en el cuerpo, reconocía que durante el tiempo que duró la maniobra de rescate, “diez minutos que se me han hecho como una hora”, había vivido “los peores minutos como bombero” de su vida. “Había muchísima tensión”, aseguró Blanco.

El rescate no fue sencillo. El árbol se había desprendido desde la propia base, cayendo todo su peso sobre una caseta en la que se encontraban los menores. “Ha caído entre la caseta, una especie de porche y el propio suelo, y el niño ha quedado atrapado ahí”, explicó el sargento, que incidió en que tuvieron que actuar con celeridad porque “la situación era grave, estaba inconsciente y urgía su evacuación.

Este profesional reconocía que “si el árbol cae a plomo, lo mata, pero ha tenido la suerte, entre comillas, de que como era muy menudito el niño y las ramas han golpeado primero en la caseta y se ha ido amortiguando y ha quedado un huequito en el que estaba”. Tras esa maniobra, lo más importante era que el árbol no cediera y aplastara al menor, los servicios de emergencia procedieron a las labores de estabilización del niño, antes de su traslado al Hospital Donostia.

El parque quedó cerrado y ahora será el momento de determinar las causas. De hecho, “hace dos o tres semanas estuvieron los técnicos forestalistas”, apuntaron. “Suponemos que lo que a pasado ha sido por el viento y las fuertes lluvias. El viento ha empujado el árbol y la lluvia ha movido la tierra, haciendo que el roble se haya levantado desde la raíz”, señalaron.

Inundaciones Mientras, las intensas lluvias provocaron inundaciones en los tres territorios de la CAV por lo que se activó el nivel 1 del plan de emergencias. La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, advirtió de que “las previsiones son que continuemos con estas lluvias persistentes con un desplazamiento probablemente hacia el este. Las próximas horas son preocupantes en la cuenca del Zadorra, en la del Urumea y en la del Oria”.

El territorio más afectado fue Gipuzkoa. Así, el río Oria se desbordó en Lasarte, donde llegío a a decretarse el nivel rojo, aunque también se salió del cauce en algunas áreas de Villabona y Usurbil. En cuanto al Urumea, se desbordó el puntos de Hernani mientras que el Ayuntamiento de Donostia precisó que en la zona Ereñozu se decretó nivel amarillo y se tuvo que cerrar las compuertas de la presa del Añarbe para evitar el incremento del nivel.

En Bizkaia, el río Ibaizabal se desbordó en Galdakao en los barrios de Zuatzu y Laminarreta en Usansolo, sin que, hasta el cierre de esta edición, el agua afectara a viviendas, ni a infraestructuras. No obstante, el Ayuntamiento activó la mesa de crisis en previsión de que el desbordamiento pudiera causar mayores problemas. Asimismo, en Zeanuri se decretó el aviso amarillo. Por su parte, la ría del Nervión se mantuvo establea su paso por Bilbao, con el agua dentro del cauce, según informaron fuentes municipales. En Alonsotegi, el Kadagua bajó muy crecido, aunque también sin desbordarse.

En Araba, el desembalse del pantano de Ullibarri, que está al 90% de su capacidad, sembró de pequeños desbordamientos el itinerario del río Zadorra a su paso por el barrio gasteiztarra de Abetxuko y también provocaron inundaciones en numerosos puntos de la geografía alavesa, como Arraia-Maeztu. El pantano alavés incrementó el ritmo de desembalse hasta los 60 metros cúbicos por segundo ante las últimas predicciones de Euskalmet, que apuntan que las lluvias seguirán siendo persistentes en la primera mitad del día.

Gipuzkoa. El río Oria como el Urumea se salieron de su cauce. El municipio más afectado fue Lasarte, donde se decretó el nivel rojo ante la crecida del Oria. Este también se salió en Villabona y Usurbil. Mientras el Urumea provocó algunas inundaciones en Hernani mientras que se tuvo que cerrar la presa de Añarbe para evitar el incremento del nivel

Bizkaia. El río Ibarzabal se desbordó en dos barrios de Galdakao, mientras que tanto el Kadagua como el Butroi bajaron muy crecidos pero sin salirse del cauce.

Araba. El aumento del desembalse del pantano de Ullibarri provocó desbordamientos en el barrio gasteiztarra de Abetxuko, así como en otros puntos de la geografía alavesa como en Arraia-Maeztu.

El pronóstico. Hoy seguiremos con precipitaciones persistentes en Gipuzkoa por lo que sigue la alerta naranja hasta las 12.00 horas. En el resto, sigue el aviso amarillo. Por la tarde disminuyen las precipitaciones. Mañana mejora la situación.