Donostia - Un juzgado de Donostia ha condenado a dos años y tres meses de prisión a una pareja guipuzcoana que vendió al menor de sus tres hijos, recién nacido, por 1.150 euros, a un hombre y una mujer residentes en Francia, condenados a la misma pena en el mismo proceso.
Según señala la sentencia del caso, durante el juicio por estos hechos los cuatro acusados se mostraron conformes con la condena que solicitó la Fiscalía como autores de un delito de alteración de paternidad, en su modalidad de entrega del menor a cambio de una compensación económica, en el caso de los progenitores, y de recepción del menor, en el de los compradores.
Los padres del niño, según desveló el letrado que les defendió en esta causa, Álvaro López, padecen ambos una discapacidad intelectual, que en el caso de la madre alcanza el 65% y del 33% en el del padre. Los hechos recogidos en la resolución judicial se remontan al año 2015, cuando los padres abandonaron Euskadi para irse a residir primero a Oliva (Valencia) y luego a Gandía (Valencia), ante la posibilidad de que la Diputación Foral de Gipuzkoa asumiera la custodia de sus dos hijos mayores (que en la actualidad tienen 4 y 2 años) “por existir una situación de desamparo”. El texto precisa que al poco tiempo la pareja concibió un tercer hijo cuya crianza decidió “no asumir” y optó por “entregárselo a otras personas a cambio de una cantidad de dinero”. En este contexto, unas “amistades comunes” pusieron en contacto a los padres del bebé con la otra pareja de acusados con los que llegaron a un “acuerdo” para que “se quedaran con el niño” que estaba siendo gestado, a cambio de dinero.
Este pacto, prosigue la sentencia, se plasmó en el envío de distintas cantidades económicas, hasta un total de 1.150 euros, por parte del varón comprador a la madre gestante, a través de una empresa de mensajería, entre los meses de abril y mayo de 2016.
El escrito indica que, por estas mismas fechas, la embarazada decidió regresar “al que había sido su hogar familiar” en Gipuzkoa, donde en varias ocasiones “comunicó a diversas personas su intención de deshacerse del niño” y entregárselo a unos nuevos padres. En un momento dado, la acusada ofreció el nonato a una conocida que la había ayudado en varias ocasiones, quien rechazó el ofrecimiento y puso los hechos en conocimiento de los Servicios Sociales de la Diputación, que abrió una investigación. - Efe