París - Un hombre con quemaduras en un 95% de su cuerpo por un accidente laboral pudo ser salvado gracias a un injerto de piel de su hermano gemelo, una primicia médica mundial que se realizó en el hospital Saint-Louis de París y que recoge la prensa francesa.

El injerto con piel de un gemelo permitió que no se produjera rechazo al cabo de tres semanas como ocurre cuando el donante es otra persona, indicó el equipo médico que llevó a cabo las intervenciones, liderado por el profesor en cirugía plástica y reconstructiva Maurice Mimoun y por el especialista en anestesia y reanimación Alexandre Mebaza.

Los hermanos Franck y Éric Dufourmantelle son monocigóticos, lo que popularmente se conoce como “gemelos idénticos”, y por lo tanto comparten el mismo ADN. De ahí que el cuerpo del paciente reaccionase al injerto como si fuera tejido propio, destacó Mimoun a France 24: “Es como si se tuviera un depósito de piel a sudisposición”. “Es la primera vez que se injerta el 95% de una piel quemada, es un trasplante casi total”, se felicitó el cirujano. Los hechos se remontan a hace algo más de un año. Franck, de 33 años, sufrió quemaduras que afectaron a la casi totalidad de su cuerpo con la sola excepción de una parte de los pies y de la cadera. Su hermano Éric se propuso rápidamente como donante y entonces se puso en marcha el procedimiento. Se le extrajo en varias ocasiones piel del cuero cabelludo, que se regenera muy rápidamente. En las siguientes intervenciones se extrajeron láminas de piel también de la espalda y de las piernas hasta sumar un total del 50% de la superficie de piel su cuerpo. Una vez obtenida, el equipo médico la extendió para recubrir a su hermano, al que se le había retirado la piel quemada, “que es un veneno”, apuntó Mimoun. El cirujano también destacó “otro fenómeno mágico” constatado, y es que al llevarse a cabo el injerto de forma precoz ciertas zonas de la piel pudieron recuperarse.

El trasplante ha sido un proproceso largo y complicado y sólo ahora se ha revelado el éxito de la operació, cuando Franck lleva más de un año ya de recuperación. El hombre trabajaba en una planta química cuando, el 26 de septiembre de 2016, se produjo la explosión de un bidón con productos químicos. “Me transformé en una antorcha humana, de los pies a la cabeza”, relató Franck a Le Parisien. “Tenía un 1% de posibilidades de sobrevivir”, agregó. Pero su hermano Eric, continuó, se negaba a aceptar esa posibilidad y ofreció su piel para salvar a su hermano. Un proceso que también para él ha sido difícil y doloroso: los médicos tomaron progresivamente -fueron en total tres intervenciones- piel de sus pantorrillas, del cuero cabelludo y de su espalda, hasta totalizar el 50% de su cuerpo, zonas en las que el joven tendrá cicatrices de por vida.

El hecho de tener un gemelo monocigótico ha sido un factor clave -y extraordinario- en este caso, pero según dijo Mimoun a Le Figaro, el tratamiento de este paciente ha permitido realizar “observaciones extraordinarias” que podrían servirle en el futuro a otros quemados menos afortunados. Especialmente, señaló, las ventajas de un injerto precoz que permitió la recuperación de ciertas zonas. - DNA

Cuatro meses hospitalizado. Los injertos de piel más comunes afectan a casos de quemaduras del 5% al 70% de la piel. En el caso de Franck, estaba quemado el 95%. Los injertos de este tipo suelen realizarse con piel de donante muerto, provocando un rechazo muy frecuente a las pocas semanas. Franck Dufourmantelle estuvo cuatro meses y medio hospitalizado. Después, pasó varios meses de reeducación y readaptación.