madrid - El dolor neuropático, aquel que se ocasiona por un mal funcionamiento del sistema nervioso, es “distinto del resto” y tiene un “efecto devastador” en el paciente, ya que es continuo y punzante. El 25 % de las personas que acuden al médico de familia lo hace por dolor neuropático y la mayoría suelen tener entre 45 y 65 años. En el Día Mundial contra el Dolor, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y la Sociedad Española del Dolor presentaron un protocolo sobre cómo deben tratar y derivar los médicos de familia a los pacientes que padecen este dolor que afecta a unos tres millones de personas en el Estado español.

Seis de cada diez pacientes pueden tardar hasta dos años en tener un diagnóstico preciso, por eso el protocolo, que recoge recomendaciones a partir de situaciones clínicas habituales, pretende mejorar su tratamiento y engloba los criterios de derivación según las diez patologías más habituales en los pacientes.

Entre estas patologías se encuentra el dolor neuropático en las úlceras de extremidades inferiores, la neuralgia postherpética -la que se produce tras padecer un herpes zoster- la neuropatía diabética dolorosa o las cicatrices dolorosas, entre otras.

En el caso concreto del dolor neuropático, el coordinador del grupo del Dolor de Semergen, Pedro Ibor, subrayó que cuando uno lo padece “no se olvida de él porque es distinto del resto y tiene un efecto devastador para el paciente”, que incluso deteriora su personalidad y sus relaciones sociales.

Por su parte, la portavoz de la Sociedad Española del Dolor, Concha Pérez, indicó que a veces este tipo de pacientes son “un verdadero dolor de cabeza por el nivel de sufrimiento que tienen”. En ocasiones, además, “cuesta llegar hasta ese dolor” y a los médicos no les han formado para verlo. “Es difícil de ver, de diagnosticar y de tratar y muchas veces es crónico”, apostilló. - Efe