Madrid - Cada año se roban en el Estado español más de 40.000 coches (700.000 en Europa), en una lucrativa actividad ilícita que los delincuentes han acompasado a la tecnología cada más sofisticada de los vehículos, sustraídos en la mayoría de los casos para darles salida en otros países. Según las estadísticas del Ministerio del Interior, el pasado año se robaron 43.335 y se recuperaron 11.878 (un 27%).
Algunos de estos robos son investigados por el grupo de Delincuencia Organizada del Automóvil de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, cuyo capitán jefe explica a Efe el modus operandi de las bandas especializadas en el tráfico ilícito de vehículos, generalmente de cuatro nacionalidades: búlgara, polaca, española y marroquí.
Madrid, con unos 13.000 robos, Barcelona, Valencia, Alicante y Málaga son las zonas donde más coches “cambian de dueño”. Dicen que el Seat León es el vehículo que más se roba, pero los “malos” se hacen con todo tipo de coches, desde el Land Cruiser, muy “apreciado” en el sur de España por los narcotraficantes para alijar la droga, hasta coches que alcanzan los 160.000 euros u otros como el Dacia Duster, muy demandado en Marruecos (300 se robaron en tres años y la UCO localizó 121 matriculados ya en ese país).
Para cometer delitos, para destinarlos al tráfico ilícito o para despiezarlos, lo cierto es que el robo de coches ha alcanzado tal grado de “especialización” que los delincuentes se hacen con uno en apenas 30 segundos, sin causarle daño alguno. Y los más especialistas, asegura el capitán, son los búlgaros, ya que en su país, con una legislación muy exigente para la introducción de coches, se estudia la electrónica de los vehículos que salen al mercado para ver sus vulnerabilidades.
Allí, y de forma legal, se desarrolla software para el llamado OBD (On board diagnostics), una especie de puerto USB con el que se tiene acceso a toda la electrónica del vehículo. Su venta, por unos 9.000 euros, es legal porque los talleres hacen uso de él, pero los delincuentes lo compran para sus fines.
La Guardia Civil ha detectado también la existencia de bandas de polacos que roban coches para despiezarlos por la noche en naves y, sobre todo, en descampados. En apenas dos horas dejan el chasis limpio, cargan las piezas en camiones y las transportan a Polonia.
Son los países del Este los tradicionales receptores de los coches robados en España. África, y especialmente Marruecos y Mauritania, son otros destinos de esta mercancía.
La UCO ha comprobado algunas rutas novedosas, como el periplo de coches robados en Madrid, Barcelona y Marbella. Desde allí se llevaban hasta Oporto (Portugal), se cargaban en contenedores para dirigirse en barco a Algeciras y desde esta localidad gaditana a Bangkok. Una ruta un tanto “extraña”, como la que traslada los coches en contenedores desde Canadá hasta Canarias y, de allí, a Senegal. Y para eludir el control en los puertos españoles, los delincuentes han optado por hacer kilómetros atravesando Europa para sacar los coches a África desde Amsterdam, Amberes y Rotterdam. - Efe