Barcelona - Un juez de Barcelona acordó ayer prisión provisional eludible con una fianza de 50.000 euros para el oficial que conducía el mercante ruso que embistió el pasado lunes a un pesquero en Barcelona, acusado de dos delitos de imprudencia grave por la muerte de dos de los ocupantes de la embarcación. El titular del juzgado de instrucción número 19 de Barcelona, que ayer interrogó como investigados al capitán del mercante ruso MID Volga 2 y a su primer oficial, ha fijado un plazo de cinco días para hacer efectivo el pago de la fianza y, mientras tanto, ha ordenado la retirada del pasaporte al oficial y le ha prohibido salir de España.
El juez atribuye por el momento a los dos investigados dos delitos de imprudencia grave con resultado de muerte, después de que en las últimas horas los equipos de rescate pudieran recuperar los cadáveres de los dos pescadores de El Fairell que se ahogaron al hundirse la embarcación, un marroquí de 34 años y un senegalés de 37 años. El pesquero El Fairell, que permanece hundido a 160 metros de profundidad a una distancia de una milla y media del Puerto de Barcelona, quedó “destrozado” por el “golpe terrible” que recibió del mercante ruso que lo embistió, según informó ayer el capitán del buque de Salvamento Marítimo Clara Campoamor, Juan Ortiz.
El capitán, que ha dirigido la operación de rescate submarina de los dos marineros fallecidos, indicó que el impacto recibido por El Fairell por parte del mercante MID Volga 2 podría haber lanzado fuera del agua a los cuatro tripulantes del pesquero, dos de los cuales fueron rescatados con vida, mientras los otros dos se ahogaron. Los equipos de rescate localizaron los cuerpos de los dos tripulantes fallecidos en un área de 100 metros alrededor del pesquero, hundido a 160 metros de profundidad.
Ortiz apuntó que los dos pescadores se habrían ahogado por haberse dado un golpe en el momento del impacto entre el pesquero y el mercante, o por haberse “enganchado” accidentalmente a algún elemento de la embarcación. El capitán también explicó que “la succión del propio barco” podría haber impedido que los tripulantes fueran rescatados, además de las complicaciones añadidas por vestir la “ropa de agua” que llevaban para faenar.
Ortiz valoró que encontrar los cuerpos “ha costado menos” de lo que pensaban inicialmente, gracias al equipo tecnológico del Clara Campoamor y al robot submarino Comanche (ROV). - Efe