VITORIA - Preocupación y frustración. Esos son los sentimientos que padecen desde octubre las personas en situación de transexualidad por el desabastecimiento de dos de los fármacos de reemplazo hormonal que más utilizan. El laboratorio que comercializa las inyecciones de testosterona Testex 250 miligramos, Desma, asegura que volverán al mercado estatal en enero, pero las pastillas de estrógenos Meriestra, desarrolladas por Norvatis, se han suspendido definitivamente pese a las reivindicaciones del colectivo LGTB+.
“Nos lo han quitado sin avisar, sin decir nada”, critica Sarai Montes, presidenta de la asociación de personas en situación de Transexualidad Errespetuz. En su caso, ha conseguido que su farmacia “de toda la vida” le cambie la medicación por Progyluton, que es de un precio similar a la Meriestra. Sin embargo, Montes reivindica que no tendría que ser necesario depender de esas “familiaridad” con la botica para poder acceder al suplemento hormonal que requieren las personas en situación de transexualidad. “Si no tienes esa confianza con la farmacia te quedas sin hormonas hasta que vayas a la endocrina”.
Además, Montes indica que también hay que tener en cuenta que hasta que las personas en situación de transexualidad acudan al endocrino carecerán de receta, por lo que el suplemento hormonal les supondrá un mayor esfuerzo económico. “Yo por ejemplo he podido cambiar la medicación en la farmacia, pero todavía no la he cambiado con la endocrina”.
Sin embargo, aquellas mujeres que por el resultado de sus análisis no puedan optar a otro medicamento con ligeras diferencias a la Meriestra se encuentran en una complicada situación, pues el único fármaco exacto al retirado es Progynova, de Bayer. No obstante, este no está financiado por el Sistema Nacional de Salud y, por tanto, su precio es inasumible para muchas personas, ya que teniendo en cuenta que una mujer en situación de transexualidad requiere unos seis miligramos del fármaco al día, que cada caja contiene 20 pastillas y que cada una es de un miligramo, deberá gastar 152 euros al mes para cubrir su tratamiento. En cambio, para alcanzar la misma cantidad de Meriestra, el gasto frena en los nueve euros mensuales.
en jaque El desabastecimiento de Testex 250 miligramos también ha puesto en jaque a los hombres en situación de transexualidad. En el caso de Ares Piñeiro, miembro de la asociación Errespetuz, no se ha hecho notar, ya que él era alérgico al Testex y, de ahí, que utilice Reandron. “Sin embargo, está afectando mucho a los chicos de mi alrededor”. Después de todo, tienen que cambiar a medicamentos que no tienen la misma eficacia.
“Además, está sucediendo un desabastecimiento de fármacos en cadena”, informa Piñeiro. Precisamente, esto es una de las principales preocupaciones de la comunidad de personas en situación de transexualidad: el efecto dominó que ya está ocasionando la ausencia de algunas alternativas.
Este desabastecimiento, explica Piñeiro, afecta principalmente a aquellos hombres en situación de transexualidad que no se han hecho una histerectomía -extracción del útero-, dado que podría ocasionar que les volviera a bajar la regla. “Y aquellos que están operados también necesitan meterse las hormonas”. Asimismo, recuerda que este desabastecimiento no solo afecta a las personas en situación de transexualidad: los hombres con cáncer de testículos, por ejemplo, también requieren de un suplemento hormonal y dado que Testex es un fármaco a ampliamente utilizado están notando la escasez.
Tanto Montes como Piñeiro animan a la sociedad a hacer memoria, puesto que esta no es la primera vez que sucede un desabastecimiento generalizado de fármacos que necesitan las personas en situación de transexualidad. “Ahora son la Miestra y el Testex, pero antes fue el Equín”.
El desabastecimiento de ambos fármacos ha coincidido en el tiempo, pero las razones que da la Agencia Española del Medicamento son distintas. Mientras que apunta que la escasez de Testex 250 miligramos se debe al exceso de demanda, en cuanto al caso de la Meriestra señala que el contrato con Novartis mantenía con Shire, la empresa que tiene la patente a nivel global, ha finalizado. Para hacer frente a la situación, añade tener prevista la importación de varios medicamentos con estradiol.
Desde diferentes grupos del colectivo LGTB+, entre ellas la asociación Errespetuz, reivindican que se ponga solución “cuanto antes” a situaciones como esta. “Si fuera avisado con tiempo podría cambiarse la receta previamente en el endocrino, pero de esta manera llegas un día a la farmacia y te encuentras con que no hay alternativas”, critican.