“Las bebidas azucaradas no son veneno ni estás tomando lejía, pero no son inofensivas”

-La palabra veneno la suelen emplear más los charlatanes que los investigadores. Se suele decir que el azúcar en la cantidad que se toma hoy resulta un gran riesgo para la población. Por eso el consejo sobre las bebidas azucaradas es evítelas. Eso el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (FMIC) lo recomienda solo para los cárnicos procesados y para estas bebidas.

¿Tan peligrosas son?

-Desde luego no son inofensivas. Que de vez en cuando te tomas una, no pasa nada, no estás tomando lejía. Pero es que la gente no las toma de vez en cuando, toma muchas.

Circulan mitos como que hay refrescos de cola corrosivos.

-Eso es falso. No carcomen el estómago. Pero la gente que toma refrescos a diario tiene un alto riesgo de obesidad. Y como eleva ese riesgo va a tener más riesgo cardiovascular, de diabetes o de cáncer.

¿Y esos que marcan 0.0?

-Es verdad que tienen 0 azúcar y que no tienen calorías pero tienen un edulcorante que es el que le da el sabor. Hay indicios que señalan que posiblemente contribuyan a la obesidad porque su sabor muy dulce distorsiona la percepción del dulce en nuestro paladar y acabamos escogiendo alimentos más insanos en nuestro día a día. Si tu paladar se acostumbra a tomar una bebida con un sabor muy potente, cuando comas una manzana no te va a saber a nada. Y eso hace que se acabe tomando menos frutas y hortalizas.

El gravamen sobre las bebidas azucaradas recién aprobado, ¿será realmente efectivo para reducir el consumo?

-La OMS pide que se grave con un 20%. Y en España en el mejor de los casos se va agravar con un 5%. Si tú por una lata de cola en lugar de pagar 50 céntimos pagas 53, no creo que vayas a dejar de comprarla, pero el hecho de que un gobierno ponga un impuesto a una bebida azucarada es reconocer que es insana, cosa que hasta ahora no ocurría.

La nutrición es un terreno abonado a los radicalismos.

-Desde luego. Pero ninguna entidad seria tiene radicalismos. Cuando el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer dice evite las bebidas azucaradas es porque la evidencia es aplastante y eso es tan radical como decir póngase el cinturón de seguridad cuando conduzca. Con un 70% de adultos y casi la mitad de nuestros niños con exceso de peso, advertir a la población que debe disminuir el consumo de bebidas azucaradas o de cárnicos procesados, es un mensaje de prudencia.

Es que lo que trasciende es el azúcar es malo, la sal es peor, la carne y los procesados pueden provocar cáncer, el pescado tiene metales...

-El mensaje de base las entidades sanitarias no ha cambiado en los últimos 30 años. Y es que conviene basar nuestra alimentación en alimentos de origen vegetal poco procesados. No se está diciendo “tome exclusivamente esos alimentos”. Que de vez en cuando te comes un pastel, claro, disfrútalo, que tomas jamón o una lata, perfecto... pero es necesario disminuir mucho nuestro consumo de esos productos.

Un libro que acaba de publicarse El carnívoro feliz, aconseja no superar la ingesta de medio kilo de carne roja a la semana.

-El FMIC aconseja no superar los 300 gramos, pero la población española toma de media 450 gramos. Lo que convendría es que tomase dos filetes menos a la semana.

La Navidad es una tortura. Hablan de que se engorda unos dos kilos.

-No es cierto. Se hizo una investigación seria y se engorda medio kilo de media, lo que pasa que ese medio kilo no se elimina y lo vamos acumulando. De ahí que la población gane de media un kilo al año, medio solo en Navidad y el otro medio, de media, durante el resto del año.

¿A más edad, más dificultad para adelgazar?

-Adelgazar siempre cuesta. Tengas la edad que tengas. Lo que más determina lo que cuesta bajar de peso es el número de dietas anteriores. Cuanto más número de dietas, más posibilidad de no perder peso porque se genera una adaptación metabólica y una resistencia. Porque cuando uno hace dieta no solo pierde grasa, como se piensa, se baja también bastante masa muscular. Con lo cual baja el metabolismo, y se consumen menos calorías pero el apetito se mantiene.

A las mujeres les cuesta más bajar.

-Eso se dice pero no he encontrado datos que lo justifiquen. Sin embargo sí los he encontrado sobre que el factor determinante es el número de dietas que hayas hecho que, en el caso de las mujeres, es mayor. Pero ojo, los nutricionistas no queremos que la población adelgace, queremos que esté sana.