DONOSTIA. El guarda forestal de la Diputación de Gipuzkoa Fermín Lezeta fue el descubridor de este antiguo enclave funerario a principios de año, tras lo cual técnicos de la Diputación y de la empresa Lurrailan, que se encarga del control de las estaciones megalíticas y áreas colindantes protegidas para el ente foral, decidieron iniciar las labores de limpieza de la vegetación necesarias para poder certificar la importancia del hallazgo.
El pasado 14 de octubre se confirmó que se trataba de sendos dólmenes de la Edad de Bronce, el mayor con un túmulo de 14 metros de diámetro y una altura de unos 2 metros, dotado de una zanja central.
La "sorpresa", ha informado hoy la Diputación en un comunicado, fue descubrir también una estructura contigua tangente con un túmulo de 7 metros de diámetro y una altura de 80 centímetros, con una cámara central, un rectángulo de piedra en la que se enterraba a los difuntos.
Carlos Olaetxea, arqueólogo de la Diputación, ha asegurado que esa cámara mortuoria se conserva "perfectamente".
Con estos monumentos funerarios, que se encuentran en el paraje de Artabilla, en un monte de utilizad pública llamado Gatzako Mendi, la lista de megalitos conocidos en Gipuzkoa asciende ya a 309.
Todos los descubiertos a partir de 2002 (unos 50) carecen de declaración expresa, por lo que la Diputación afirma que "sería interesante" que el Gobierno vasco les ofreciera su máxima protección mediante su declaración como monumentos.
El Departamento foral de Cultura es el encargado, a través de la empresa Lurrailan, del control de las estaciones megalíticas y áreas colindantes protegidas y de responder a las posibles afecciones a los megalitos y a los avisos de posibles nuevos monumentos en el territorio de Gipuzkoa.