amatrice - Las autoridades de la zona devastada por el terremoto quieren evitar a toda costa un L’Aquila 2. El alcalde de Amatrice, Sergio Pirozzi, no quiere que su ciudad se convierta en “un gueto”. Pirozzi informó de que se está localizando espacios en diferentes pueblos donde poder instalar casas de madera, del estilo de las zonas montañosas del norte de Italia como Trieste o de Suiza, para que los habitantes de Amatrice y el resto de las pedanías destruidas por el seísmo puedan rehacer sus vidas. Confirmó que esta es su decisión porque no quiere que se construyan casas permanentes, barrios externos (como ocurrió tras el sismo que destruyó la vecina L’Aquila en 2009), “porque la gente quiere estar aquí”.
“Las comunidades quieren quedarse en su territorio para seguir teniendo ese sentimiento de pertenecer a un pueblo”, sostuvo. También dijo que pretende que en las próximas 24 horas un equipo de técnicos entre en la llamada “zona roja” para identificar las casas y su estado y cuántas pueden ser aún habitables o no, y así poder conocer las demandas de las personas . “No quiero, y es una idea que compartimos todos, un barrio gueto”, subrayó. “Quiero el modelo de reconstrucción que se hizo en Friuli”, puntualizó el alcalde al Gobierno en referencia a cómo esa ciudad del norte de Italia fue totalmente reconstruida tras el terremoto de 1975, sin tener que alojar a las personas en otras casas.
La idea es compartida por muchos de los vecinos de este pequeño municipio, como Emma Solipaca, residente en Amatrice desde hace 31 años. Vive en el pueblo con su marido y sus hijos y quiere seguir haciéndolo. Solipaca rechazó una solución para Amatrice como la de L’Aquila y recalcó que “las personas que viven aquí quieren seguir viviendo aquí”.
“no os rindais” Por su parte, Pirozzi pidió a sus conciudadanos que “no se rindan porque, si ellos se rinden, también se rendirá el alcalde”. “A los jóvenes que veo dando vueltas por aquí y que han perdido amigos, un padre, una madre, les digo que echen una mano, que colaboren, que se pongan a las órdenes de la policía, de los bomberos, para ayudar”, resaltó.
Citó el ejemplo de uno de sus asesores que, a pesar de haber perdido a sus padres en el seísmo, no ha cesado de trabajar y se ha dedicado a identificar cadáveres. “El jueves, a las tres de mañana estábamos contando cadáveres e intentando identificar a las personas que conocíamos”, relató. “Faltan aún muchos amigos, de los que podemos saber, aún hay 15 personas como mínimo que nos figuran como desaparecidos”, agregó.
El ministro de Infraestructuras, Graziano Delrio, también descartó en una entrevista concedida a Corriere della Sera, la construcción de “ciudades nuevas”, como se hizo tras el terremoto de L’Aquila en 2009. El ministro se mostró convencido de que “los alcaldes preferirán recontruir sus pueblos allí donde estaban, no abandonar los viejos para hacer uno nuevo en otra parte”. “He sido alcalde, igual que Matteo Renzi. Y nuestras ciudades son nuestra historia, tanto más en estos pequeños pueblos que representan el corazón de Italia”, insistió Delrio, reclamando que se escuche lo que tengan que decir sus habitantes. - L. Serrano-Conde