nueva york - Un número récord de países se dieron cita ayer en Naciones Unidas para firmar el Acuerdo de París contra el cambio climático y dejar clara la urgencia de actuar contra el calentamiento global.

Al menos 175 Estados, muchos representados por sus jefes de Estado y de Gobierno, sellaron en una gran ceremonia el documento negociado el pasado diciembre en la capital francesa. Nunca antes tantos países habían firmado una convención internacional de este tipo en el primer día en que el texto se abría para que las naciones comenzasen a adherirse.

Para que el acuerdo entre en vigor se necesita ahora que al menos 55 países, que sumen en total el 55% de las emisiones globales, completen el proceso de ratificación. Quince, en su mayoría pequeños Estados insulares, ya lo hicieron ayer y se espera que a lo largo de este año sigan el camino muchas otras naciones. En la mayoría de los casos, los países necesitan que el texto sea aprobado por sus parlamentos.

Los dos mayores contaminadores del mundo, Estados Unidos y China, se comprometieron ayer a completar esos procesos este año y, en el caso de Pekín, antes de la cumbre del G20 prevista para septiembre

Francia, que lideró las negociaciones de este primer acuerdo global contra el cambio climático, espera que su Parlamento autorice la ratificación “de aquí al verano”, según dijo el presidente, François Hollande.

El jefe del Elíseo, que fue ayer el primero en estampar su firma en el documento, urgió al resto de países de la Unión Europea (UE) a dar “ejemplo” y completar sus ratificaciones a lo largo de 2016.

Las intervenciones de los líderes mundiales subrayaron el sentimiento de urgencia para actuar contra el calentamiento global y la necesidad de ir más allá de los compromisos del Acuerdo de París. “Estamos en una carrera contrarreloj”, advirtió el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que insistió en que el “futuro” del mundo depende de los progresos hacia una economía baja en emisiones. En todo caso, recalcó el carácter “histórico” de la firma de Acuerdo de París y aseguró que este “es un día para nuestros niños y nietos y todas las generaciones futuras”.

kerry, con su nieta Simbolizando esa frase, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, selló el pacto en nombre de su país acompañado de su nieta de dos años. La ONU decidió que las primeras palabras fuesen para la joven tanzana Gertrude Clement, que con sólo 16 años se ha destacado por su activismo sobre el clima.

Muchos de los más de 60 líderes y cientos de representantes nacionales reunidos en el salón de la Asamblea General subrayaron precisamente la necesidad de ir más allá de lo que establece el pacto, que entre otras medidas fijó el compromiso mundial para mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de los 2 grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales y proseguir los esfuerzos para limitarlo a 1,5 grados centígrados.

El actor estadounidense pidió ayer a los líderes mundiales que sean como el presidente de Estados Unidos Abraham Lincoln con la esclavitud. “Pasó a la acción. Todo el mundo sabía que había acabar con la esclavitud pero nadie tenía la determinación”, subrayó.

El Papa pidió ayer solidaridad para luchar contra el cambio climático. “El cambio climático supone uno de los principales desafíos actuales para la humanidad; para afrontarlo se requiere la solidaridad de todos”, indicó el Pontífice en un mensaje en su cuenta de Twitter.