ALMERÍA. Los hechos tuvieron lugar el pasado viernes poco después de las 10,00 horas cuando una Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional atravesaba la calle Gran Capitán y advirtió a un niño asomado a través de una reja en una ventana, desde donde hacía aspavientos para llamar la atención de los agentes.

Tras unas primeras gestiones, y al no dar razón del menor los vecinos, ni conocer a la madre, los policías auxiliaron al menor. Según comprobaron desde la ventana, el cuarto en el que se hallaba presentaba condiciones de "insalubridad" y "abandono", así como un "riesgo claro para su integridad física, pues estaba rodeado de cables eléctricos, una estufa encendida, cartones y diversos medicamentos".

Así, los agentes consiguieron abrir una puerta que estaba cerrada desde fuera con un candado y rescataron al menor. Posteriormente, y gracias a las indicaciones del abuelo del menor que merodeaba por la zona, los agentes lograron contactar con la madre, que se presentó en el lugar de los hechos dos horas después de la llamada telefónica.

Según los agentes, la mujer, de origen rumano, no dio "ninguna explicación" de los motivos por los que su hijo se encontraba recluido en dicha habitación. Ante tales hechos se procedió a su detención como presunta autora de un delito de abandono de menor.

El pequeño se encuentra ahora bajo el amparo del Servicio de Protección de Menores de la Junta de Andalucía. La Policía informó a la Fiscalía de Menores de Almería de la situación de desamparo en la que vivía el pequeño.

La intervención policial ha sido desarrollada por agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana en colaboración con agentes de la Brigada de Policía Judicial. La detenida ha pasado a disposición judicial.