Bilbao - “El teléfono no para de sonar”, dice Cándido Ibar, quien atiende a DNA solo unos minutos después de que el abogado de Pablo, Benjamin Waxman, comunicara a la esposa de su hijo, Tania, la buena nueva: “Habrá un nuevo juicio”.
Enhorabuena. ¿Cómo se encuentra tras recibir la noticia?
-Gracias, gracias. Después de 15 años esperando a recibir esa noticia estoy medio loco, pero también es normal. Ha sido una noticia bomba. Después de tantos años de espera es la primera buena noticia que tenemos en estos veinte años.
¿Qué les ha dicho el abogado, Benjamin Waxman?
-Yo no he podido hablar todavía directamente con él, ya que lo ha hecho Tania. Sé que ha pedido cita para poder hablar con Pablo, pero sí nos ha advertido de que el fiscal va a apelar esta sentencia y que este recurso llevará más o menos un mes, y que luego hay que prepararse para el nuevo juicio.
¿Entraba dentro de su cálculo que la Fiscalía recurra esta sentencia?
-Eso lo hacen automáticamente, lo hacen casi de memoria y ya estábamos avisados de que ocurriría. Pero estamos confiados porque una vez que ha habido una sentencia no creo que vaya a haber cambios.
¿Sabe cómo ha recibido Pablo la noticia?
-No. Nosotros no podemos hablar con él. El único que puede es su abogado, que ya ha pedido una llamada y seguramente el cónsul también hará lo mismo. Nosotros no podemos hacer nada salvo esperar al fin de semana, cuando volveremos a verle y darle nuestros buenos abrazos. Después de tantos nervios y desesperación, al fin, tenemos una buena noticia.
La sentencia ha sido muy ajustada, cuatro votos contra tres.
-Ha sido bastante ajustada y creo que la jueza principal, que estuvo muy clara cuando estuvimos en la apelación, habrá sido quién haya decidido. Pero lo bueno es que nos van a dar una nueva oportunidad.
Y ahora a preparar bien el nuevo juicio
-Hay que prepararlo con los mejores abogados y todo lo que haga falta, porque es la última oportunidad que tenemos y aquí no se puede fallar. Nos costará bastante dinero, pero haremos lo que haya que hacer.
