MADRID. La Policía Nacional ha detenido en Madrid a dos ciudadanos rumanos por colocar 193 "cepos" en cajeros automáticos de Valencia, Albacete y de la Comunidad madrileña, con los que consiguieron unos 19.000 euros, informa este Cuerpo.

Los arrestados colocaban unos dispositivos en las trampillas de los cajeros con los que conseguían bloquear la salida del dinero de los usuarios, que quedaba retenido.

Cuando las víctimas abandonaban el lugar pensando que la operación había sido cancelada los arrestados retiraban el dispositivo y se apoderaban del dinero.

Con este procedimiento habían logrado un botín cercano a 19.000 euros y además ocasionaron unos daños por más de 41.000 ya que para retirar el "cepo" debían forzar el expendedor de billetes.

La investigación comenzó el pasado mes de abril cuando se interpusieron varias denuncias en las que se daba cuenta de la colocación de dispositivos para la retención del efectivo, conocidos como "cepos" o "arpones", en cajeros automáticos de diferentes lugares de España.

Fruto de las pesquisas los agentes pudieron determinar el domicilio de uno de los detenidos, donde intervinieron material para la elaboración artesanal de "cepos" y útiles para la falsificación de tarjetas bancarias y prendas de ropa que los autores vestían en el momento de la comisión de los hechos.

Los detenidos actuaban siempre empleando el mismo método de tal forma que aprovechaban la apertura de la trampilla del cajero tras sacar ellos mismos dinero por un importe mínimo y en ese momento colocaban el "cepo", que quedaba encajado en el dispensador.

La Policía aconseja observar el cajero antes de realizar cualquier operación especialmente la parte superior, el teclado, la ranura para la tarjeta y el dispensador del dinero y que si se detecta algo extraño se llame al 091.

Además si la operación parece que se ha realizado satisfactoriamente pero no se obtiene el dinero recomienda comprobar que la salida del efectivo no está bloqueada y si hay sospechas en tal sentido permanecer junto al cajero hasta la llegada de la Policía una vez avisada a dicho número.

También ve conveniente cubrir con la mano el teclado al introducir el código de la tarjeta, no aceptar ayuda de nadie al realizar operaciones y extremar estas precauciones cuando se utilicen cajeros fuera del horario de apertura de las sucursales bancarias.

La investigación, que continúa abierta, ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Madrid en colaboración con la Brigada Móvil de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana.