BILBAO. Ansiedad, irritabilidad, nerviosismo o sentimiento de incomunicación y vacío son algunos de los síntomas que manifiestan aquellos que padecen nomofobia. La mayoría de estos casos se producen cuando los teléfonos se quedan sin batería, se pierde la conexión a internet o cuando se dejan el dispositivo olvidado en casa. Además, se calcula que un usuario suele mirar su teléfono móvil unas 150 veces a lo largo del día.

Los jóvenes, los más enganchados

Un 74% de los jóvenes españoles no apagan nunca su teléfono móvil, un dato que muestra que prefieren silenciar su smartphone antes que dejarlo apagado durante unas horas del día. De hecho, España es uno de los países con una mayor adicción de los adolescentes a la red, ya que un 21% de ellos declara que no puede vivir sin una conexión a internet.

Las mujeres son las que se preocupan en mayor medida cuando no pueden acceder a su teléfono móvil, concretamente en un 70% de los casos, y para un 61% de los hombres, también se trata de un tema importante.

Las baterías son las más perjudicadas

“Los usuarios se conectan diariamente a internet, chatean, escuchan música, comprueban el correo, las redes sociales... Todo se lleva en el teléfono y no se le da ni una pequeña tregua por la noche, un momento en que sería recomendable mantenerlo apagado o en modo avión” afirma Enrique Aguilar, director general de Locompramos.es.

Por todo esto, las baterías de los móviles son las más perjudicadas por este uso abusivo de los dispositivos, ya que son la principal razón de la pérdida de valor de los teléfonos móviles.