madrid - Pontifex (la cuenta en Twitter del Papa), News.va (el portal de noticias vaticanas), un canal en Youtube o Skype para la comunicación entre diócesis y misioneros. El continente digital supone la otra gran revolución en el pontificado de Francisco, una tarea reformadora con resistencias porque, según Celli, “la Santa Sede está en el proceso de redescubrir su tarea”.

¿Cuáles son los ejes de la nueva comunicación del Vaticano? ¿Nos hallamos en una nueva etapa?

-Ni nueva ni antigua. El sentido profundo de la comunicación de la Iglesia es el anuncio del Evangelio y esta es la tarea fija que hay que hacerse con Francisco y con los papas anteriores. Sin embargo, en este Pontificado se da un hecho esencial: Francisco es un acontecimiento comunicativo, hace comunicación con palabras, gestos, su persona. Es un acontecimiento de gracia

Una de las fortalezas del Papa es su potente sello personal. ¿Es el mejor prescriptor de su mensaje? ¿Hay ya una ‘marca Francisco’?

-La marca es la esencialidad del anuncio. No es un anuncio barroco, es sobrio, sencillo pero esencial y fuerte. También es importante su dimensión acogedora. El Papa es el primero que vive la dimensión del encuentro y no es solo la amabilidad del gesto, es la visión profunda de lo que significa acudir al encuentro del otro.

¿Y las resistencias desde dentro de la Santa Sede a la hora de la transparencia en la transmisión de la actual tarea reformadora vaticana?¿Cómo está siendo ese camino?

-Existen las resistencias porque los cambios cuestan. Cuando son cambios estructurales, de perspectiva, que van a tocar las costumbres, o el modo de ser, es indudable que la resistencia existe frente a la conversión. Hay que cambiar estructuras, movimientos y relaciones. Pero la Santa Sede está en un proceso de redescubrir también su tarea, porque Francisco no está ofreciendo a la Iglesia unos cambios exteriores sino su lectura de la que es tu tarea, su sobriedad y a la vez su cercanía. Se está cortando un plumaje que existía fruto de siglos porque hay que redescubrir la esencialidad de la tarea papal y los pontífices que lleguen detrás de Francisco no podrán volver atrás.

Es normal el miedo al cambio, pero frente a las resistencias ¿hay también en la jerarquía de Roma más espectadores que agentes transformadores, que verdaderos implicados? ¿Cómo de solo está el Papa?

-La gran mayoría de la Curia está caminando con él. No niego que haya sectores que no compartan sus planteamientos porque no hablamos de verdades de fe. Este camino seguirá y conozco cardenales que comparten mucho el camino del Papa Francisco, hay otros que pueden estar mirando, pero no son muchos.

En este camino, el Vaticano ha tomado conciencia de la enorme herramienta que supone Internet. Pero¿qué opina de la tiranía de los likes, los retuits, ese estar sometido al aplauso y seguimiento del público global?

-Los dos últimos papas han querido dar una tónica más positiva. El mensaje consistía en que había que ayudar a la Iglesia a comprender los desafíos y las oportunidades que nos otorgan las redes sociales. Han de ser un lugar de encuentro, supone que gente que nunca pone el pie dentro una iglesia pueda encontrar en las redes testimonios para encontrar a Jesucristo. Pero hay también que comprender que no se resuelve este camino mirando una pantalla de ordenador. Hay que redescubrir la realidad de una comunidad que vive y acoge.

Las nuevas herramientas también nos han facilitado la transmisión de ‘Laudato Si’, la primera encíclica papal sobre medio ambiente. ¿Cómo la definiría?

-El Papa habla en un lenguaje accesible a todos, a los discípulos y a cualquier hombre o mujer porque la responsabilidad hacia la casa común que es nuestro mundo no se dirige solo a los grupos cristianos. Esta encíclica no es una encíclica verde, sino una llamada a la acción, cada hombre y cada mujer ha de pensar que tiene que entregar a sus hijos un mundo más limpio, más digno.

El Papa en la encíclica invoca a determinados poderes: las finanzas, los políticos, las grandes corporaciones. ¿Se moverán?

-Es una reflexión sobre los grandes planteamientos de la doctrina social de la Iglesia que se sitúan en el contexto del mundo, se dirige a los poderosos pero la pregunta es también ¿y yo qué hago? Y aquí Francisco ha hecho un llamamiento a la conciencia de cada uno de nosotros, es indudable la influencia mundial de los grandes poderes, pero yo privadamente puedo dar mi contribución a que este mundo sea más humano.

También cita textos de Leonardo Boff y de un poeta místico del islam, ¿cómo debemos interpretar estos gestos?

-Responde al deseo del Papa de estar en un diálogo amplio. La Iglesia debe ser expresión de lo que hay en el corazón de muchas personas, también de las que están lejos y no comparten mi camino de fe, por ejemplo, el mundo islámico. Que el Papa les dé voz es positivo y bello porque la verdad es sinfónica. Me gusta citar a Saint Exupéry, considerado un autor ateo que nos dice que la vida es más difícil si perdemos el gusto de Dios. Ojalá que mucha gente fuera atea como él.