ROMA. "En una reunión con varios padres uno de ellos dijo: Yo algunas veces debo pegar a mi hijos, pero jamás lo hago en la cara para no quitarles la dignidad. Y pensé que eso era lo correcto", ha explicado el Pontífice.

Durante la catequesis, ha reflexionado sobre el rol de los padres en la familia al destacar que "los hijos siempre necesitan un padre que les espera tras sus errores". "Los hijos harán todo por negarlo y no reconocerlo pero si no encuentran a sus padres al volver a casa después de haberse equivocado, esto abre en ellos heridas graves", ha subrayado.

Es la segunda audiencia general que el Papa dedica a los padres, y en en la anterior destacó los peligros que conllevan la ausencia de los padres en la vida de los hijos.

Así, Francisco ha explicado que los requisitos que debe cumplir un buen padre con respecto al hijo son "orientar su corazón", "protegerlo en el desánimo y las dificultades" y "corregir los errores con la firmeza que no oprime".

"Un buen padre reconoce haber trasmitido al hijo lo que de verdad cuenta en la vida, un corazón sabio. Este padre no dice: Estoy orgulloso de mi hijo porque es igual a mí, porque repite todo lo que yo digo y hago. Le dice: Estaré feliz cada vez que te vea actuar con sabiduría", ha explicado ante miles de personas reunidas en la sala vaticana.

Así, ha recalcado que es necesario que el padre "esté presente en la familia, cerca de la mujer, para compartir la alegría y el dolor, que esté cerca de los hijos cuando juegan, cuando se esfuerzan, cuando tienen angustia, cuando tienen miedo, cuando se equivocan o cuando retoman el buen camino".

DEMASIADO CONTROL ANULA A LOS HIJOS

Por ello, ha llamado a los padres a "estar presentes en la vida de los hijos", pero ha diferenciado esta actitud de un comportamiento "demasiado controlador". "Los padres demasiado controladores anulan a los hijos, no les dejan crecer.", ha comentado.

Además, ha dicho que una de las cualidades que debe tener un buen padre es la "paciencia". "Los padres deben tener paciencia. A veces, no se puede hacer otra cosa que rezar y esperar con dulzura y misericordia", ha concluido.