MADRID. En este sentido, concreta el especialista, el viento, la lluvia o la nieve dan lugar a la deshidratación del cabello, junto al excesivo calor y los ambientes sin humedad en el interior de las casas o en las oficinas. Asimismo, el pelo de quienes utilizan gorros o sombreros para protegerse del frío intenso suele estar más graso.
Por ello, desde la Clínica Salagaray han elaborado varias recomendaciones para el cuidado del cabello en invierno. Respecto al uso de gorros, sugieren que la prenda no esté demasiado apretada, quitársela tan a menudo y lavar el cabello cada dos días como mínimo. "Usar una bufanda de seda entre el cabello y el sombrero ayuda a evitar que el pelo se encrespe, ya que neutraliza la carga estática. Las bandas de lana o las orejeras son menos agresivas para el cabello", añaden.
Por otro lado, aconsejan lucir una larga melena, aprovechando que la exposición al sol es menor y que otros "enemigos" del pelo como el cloro o el salitre de la playa no están tan presentes como en verano. Sin embargo, indican, es recomendable sanear las puntas si no se ha hecho durante el otoño, para eliminar la parte más estropeada del cabello e incluso abordar un cambio de 'look' con un corte radical.
También sugieren un breve masaje suave diario antes de ir a dormir sobre el cuero cabelludo con las yemas de los dedos, "sin frotar de manera brusca", ya que "estimula la circulación, previene la caída del cabello y relaja para conciliar mejor el sueño".
Asimismo, aconsejan instalar un humidificador en casa y en el trabajo o poner una taza con agua sobre cada radiador para evitar que el aire sea demasiado seco. Usar con precaución los secadores, tenacillas y planchas, que "contribuyen a volver frágil o quebradizo el cabello", es otra de sus sugerencias.
RECOMIENDAN EL USO DE CHAMPUS CON QUERATINA O ALOE VERA
Por otra parte, insisten en que se utilicen productos ricos en vitaminas que "fortalezcan los folículos, haciéndolos más fuertes". "Conservar el cuero cabelludo libre de impurezas y células muertas ayuda a generar cabellos más fuertes y saludables", explican.
Para ello hay que utilizar el champú "en función del cuero cabelludo, no del pelo". El producto elegido tiene que respetar el PH y evitar que el cuero cabelludo se reseque, teniendo en cuenta otros problemas añadidos como la seborrea, la dermatitis o la caspa, agregan. En general se deben utilizar champús hidratantes con queratina, aloe vera, glicerol o pantenol, ingredientes que retienen la humedad dentro del pelo. Y, si fuera necesario, reforzar este producto con mascarillas, señalan.
En cuanto a los acondicionadores, explican que estos ayudan a nutrir el pelo y facilitan que se desenrede. Es mejor que contengan agentes siliconados -que recubren las fibras y mantienen el cabello protegido-, así como componentes que penetran en la estructura capilar, reforzándolo y evitando que se quiebre. Por otro lado, "tampoco es conveniente abusar de los tintes, ya que suelen contener "productos químicos que dañan la raíz del cabello", así como de gomina o de espuma que favorecen que el cabello "respire" mejor.
¿QUE CUIDADOS HAY QUE TENER EN LA NIEVE CON EL PELO?
Según Salagaray, "el frío también quema y es un problema que afecta a muchos esquiadores, que acaban con ampollas en el cuero cabelludo". Por ello, "los amantes de los deportes de invierno no deben olvidar proteger su pelo de la radiación ultravioleta con filtros UVA y UVB, igual que si estuvieran en la playa o más, ya que el sol se refleja en la nieve creando un efecto pantalla que potencia la fuerza de los rayos solares".
Asimismo, antes de salir a esquiar es recomendable "abrigar" el cabello con un 'spray' de tratamiento para "evitar que el cuero cabelludo se seque o se cubra de escamas". Una mascarilla reparadora "aportará nutrientes al terminar la jornada", sostiene añadiendo que hay que evitar salir a la calle con el pelo húmedo, ya que "puede llegar a congelarse, quedando dañado".