De las Islas Mauricio pasando por Londres aterrizó en Euskadi de la mano del responsable del CICBiogune, José María Mato. Investiga las células de Schwann "en un centro vasco que no tiene nada que envidiar a los mejores de EEUU"
En 2007 el Gobierno Vasco, liderado entonces por el lehendakari Juan José Ibarretxe, constituyó Ikerbasque, (la Fundación Vasca para la Ciencia), con el objetivo fundamental de contribuir a posicionar el País Vasco como referencia internacional en el campo de la investigación. Durante estos años Ikerbasque ha dirigido sus esfuerzos en dos líneas principales: la atracción de talento investigador y el impulso de nuevos Centros de Investigación de Excelencia.
De los resultados obtenidos se desprende que la Fundación se ha consolidado como polo de atracción de investigadores. En la actualidad, Ikerbasque tiene contratados a más de 116 investigadores senior; y hace dos años se lanzaron a convocar con 25 plazas de Research Fellow, jóvenes investigadores que cuentan con una prometedora carrera científica y con experiencia internacional, y con los se espera crear una "cantera" de científicos que lideren el futuro de la ciencia en Euskadi.
En este sentido, para 2017 Ikerbasque aspira a ser la principal entidad dinamizadora del sistema de ciencia en Euskadi y por su capacidad contrastada atraer y consolidar talento científico. Ikerbasque se fija también como objetivo su participación en la mejora y eficiencia del sistema vasco de ciencia. "Todo esto sería imposible sin que la Fundación fuera reconocida por la sociedad y donde las personas que la integran puedan desarrollarse plenamente", aseguran.
Nicola Milanaro, psicólogo experimental: "La dislexia hay que tratarla desde los 2 años"
Desde la apertura del Basque Center on Cognition, Brain and Language en 2010 en Donostia, este italiano de 37 años, que hizo su doctorado en neurociencias en EEUU centra sus investigaciones en varias áreas, pero sobre todo en el lenguaje. "Estudio cómo los niños adquieren un lenguaje; cómo los adultos pueden aprender un segundo, porque el cerebro, al final es el lenguaje. "El trabajo sobre el bilingüismo es uno de los más punteros y más interesantes que estamos desarrollando", explica al tiempo que añade que junto con otros investigadores están iniciando un proyecto sobre dislexia y trastornos específico del lenguaje". Han realizado ya un primer análisis con participantes monolingües como estudio de base. "Porque un gran problema de los disléxicos es aislar los sonidos relevantes en el habla, y por eso ellos tienen problemas a determinar a qué sonido corresponde cada letra; lo hemos definido bastante bien a nivel neural. En el centro disponemos de una técnica pionera - solo hay dos en España y muy pocas en el mundo-, es como una resonancia magnética, que no mira la actividad de la sangre, sino de las neuronas. Gracias a esta máquina hemos aislado el proceso que falla en los disléxicos", explica Nicola.
En paralelo se hallan inmersos en un proyecto sobre el modo en que los niños bilingües aprenden a leer y conocer el habla. Y cómo el conocimiento del habla cambia cuando aprenden a leer. "Estamos trabajando mucho sobre los problemas en esta adquisición. En una clase de 30 niños varios tendrán este problema", asegura. "En el País Vasco ya hay varias entidades que trabajan para sensibilizar sobre el problema de la dislexia; estos pequeños no son tontos, sino lentos porque tienen problemas neurales. Nosotros queremos encontrar los marcadores del problema neural de la dislexia. Con la técnica de resonancia magnética del equipamiento científico del BCBL estamos en un proyecto en paralelo que se llama neura, donde tenemos dos neurosicólogas que se proponen hacer valoraciones neurosicológicas de niños: lo bueno es que se pueden integrar las valoraciones y el tratamiento clínico para mejorar la dislexia con datos fisiológicos". ¿Por qué es importante?, se pregunta. Porque se podrían llevar a hacer diagnósticos precoces, "Cuando nos cuentan que estos niños tienen problemas en el colegio ya es tarde. Hay que actuar antes, a los 2 ó 3 años, antes de que vivan la experiencia de la lectura y su dificultad, porque es mejor ya desde ahí operar una intervención".
Iraide Alloza, bioquímica: "Buscamos marcadores que nos alerten del ictus"
Esta científica trabaja en el Departamento de Neurociencias de la UPV , concretamente en el laboratorio Neurogenomics. "Con Ikerbasque trabaja en Zamudio desde 2012, "pero yo llegué aquí en el 2007 con mi marido belga, al que conocí en Belfast donde estuve once años, y que también es Ikerbasque; de hecho fue el primer ikerbasque", dice sonriente.
Iraide trabajaba en biología molecular en Belfast, en tareas diferentes a las que realiza ahora. "Investigaba en el plegamiento de una familia de citoquinas que están relacionadas con la información y cómo se pliegan dentro de las células; hacía investigación fundamental. Luego empecé en el área de genética de la Esclerosis Múltiple, donde he estado muchos años y en la cual aún participo, ya que es el campo en el que más trabaja mi marido. Él es el jefe de neurogenomics donde me incorporé". Con un contrato para cinco años confía en poder seguir investigando aquí cuando finalice. Como buena científica ya ha recorrido otros centros punteros europeos. "El proyecto de Ikerbasque me pareció desde el principio una excelente iniciativa; es bueno que un país no deje escapar a su gente. A mi me ha dado la oportunidad de retornar con lo aprendido fuera; y también es bueno que vengan investigadores del exterior, porque nos muestran cosas nuevas y formas diferentes de hacer las cosas", asegura Iraide, quien cree que Euskadi ha apostado por la medicina traslacional, que es ya el presente. "Investigo sobre la ateroesclerosis de la arteria carótida; una de las consecuencias de que se acumulen placas de ateroma en la carótida es que puedes sufrir un ictus. Hay pacientes que tienen la arteria carótida asintomática, pero se les identifica por otros indicadores; factores de riesgo que les ha dectectado el médico de cabecera como la tensión alta o tras ver la placa que les ha hecho el especialista. Sin embargo, hay otros pacientes que tienen el ateroma pero no los síntomas. "Buscamos los marcadores que nos sirvan para pronosticar la dolencia"
Idoia Garaia, bioquímica: "Me apasiona trabajar en oncología pediátrica"
A sus 31 años esta joven donostiarra investiga en el centro BioDonostia en el grupo de neurooncología. "Siempre he estado trabajando en cáncer pediátrico y cáncer del sistema nervioso, la última etapa en EEUU pero ya estaba intentado volver a casa a trabajar aquí", reconoce
Investiga en el laboratorio de Ander Mateu, sobre todo en gliobastoma, que es el tumor más común del cerebro en adultos, para el que no hay cura; además tienen líneas de trabajo sobre el envejecimiento saludable, "pero yo estoy más centrada en el tema del cáncer". Feliz con su trabajo, asegura que lo bueno que tienen en Biodonostia es que están pegados al Hospital Donostia; "tienes todas las muestras de los pacientes que son muy valiosas para llevar a cabo de investigación. Sé que hay distintos grupos, el de Parkinson, Esclerosis Múltiple, todos tenemos muestras de pacientes y trabajamos con muestras humanas. Así que siempre intentas hacer una investigación más traslacional, más dirigida hacia el paciente, para que se pueda beneficiar cuanto antes", explica.
Esta joven investigadora asegura que el problema no es la fuga de cerebros, sino el no tener la posibilidad de volver. Por eso, a su juicio, el nivel de las convocatorias de Ikerbasque son muy positivas "para que podamos volver los que nos fuimos y también para que vengan desde fuera porque las condiciones laborales son buenas". Por eso, a ella también le encantaría quedarse aquí. "Y tener una línea independiente de investigación en cáncer infantil. Actualmente en Gipuzkoa no existe ningún grupo de investigación de cáncer infantil en bioblastoma. Eso es lo que me gustaría a futuro". Pero por el momento está en el equipo de Ander inmersa en el estudio de distintos cánceres, como el de neuroblastomas, cáncer pediátrico. "Si con la crisis se ha mantenido todo el esfuerzo económico, confío en que el Gobierno Vasco siga en esta línea; paralizar las investigaciones sería su muerte. Biodonostia como centro para investigar está muy bien; así debe ser porque es la única forma de atraer al talento", recalca.
Ashwin woodhoo, unidad de Metabolómica de CIC bioGUNE: "Estoy investigando las células Schwann"
Aunque es de Isla Mauricio, al ser de la Commonwealth, estudió toda su carrera en Inglaterra. Hizo la tesis allí y después vino a Euskadi, "aquí para terminar mis estudios de la mano de José María Mato". Ahora trabaja en el CiCBiogune y su mentor es su jefe. Ashwin investiga las células de Schwann, que son las células mielínicas que cubren los axones de las neuronas y forman vainas aislantes sobre las neuronas.
Para que un impulso que sale del cerebro llegue hasta las piernas necesitas el impulso de estas células. Es como un cable eléctrico y su cubierta aislante; lo que hace es que la corriente pase más rápido por razón de las cubiertas. "Estas células forman una capa de mielina y esto ayuda a que los impulsos vayan muy rápido. Si no serían más lentos. Es el sistema nervioso periférico. Lo que estudiamos son las dolencias neuropatías y la otra parte de mi trabajo es el cáncer de las células de Schwann, la neurofrimatosis".
Lleva en Euskadi desde 2009 y su idea, como el resto de estos jóvenes maduros investigadores, es quedarse entre nosotros. "He tenido la suerte de contar con otras becas estatales y esto me ha ayudado para entrar en el sistema del País Vasco. Más o menos tengo mi grupo independiente de estudiantes al lado de José Mª", dice.
Su mujer también trabaja en el CiCBiogune y sus hijas han nacido en Euskadi. "Por eso, mi proyecto vital está aquí", dice con satisfacción.
Como a todos los investigadores le preocupa la tardanza en llevar los hallazgos rápidamente a la cama del paciente. Es la medicina traslacional. "Soy investigador básico, pero lo que intentamos es plasmar lo que encontramos en nuestros pacientes .Es muy complicado, pero en ello andamos, para lo que tengo un proyecto financiado por la Asociación Vasca contra el Cáncer en el que investigamos con muestras humanas para buscar las vías terapéuticas para la neurofrimatosis.", apunta. No conozco otros centros, pero en el CIC biogune tenemos equipamientos punteros y el trabajo que hacemos no envidia para nada a nadie de EEUU Hice la tesis con personajes de prestigio internacional y en las universidades más punteras del mundo y no hay nada que envidiarles desde Euskadi. Si pones los medios y la voluntad se puede hacer. Además, el dinero en investigación no es a fondo perdido; tiene su retorno; es a fondo ganado. Si hay más calidad, se dispone de más dinero, se consigue más prestigio en el exterior y esto compensa.
De Arrigorriaga, esta bioquímica de la UPV se fue al Reino Unido a aprender inglés. Luego trabajó en el área de bioquímica en el Hospital de Belfast. Ahora investiga en el laboratorio Neurogenomics del Departamento de Neurociencias de la UPV.
De Iruñea donde estudió bioquímica esta donostiarra se fue a investigar a un Hospital de Barcelona; de allí se fue a la Universidad de Carolina del Norte para hacer la tesis. Ahora está feliz en BioDonostia en el grupo de neurooncología.
Con medios y ganas. Invirtiendo en equipos "y con ganas se puede investigar en Euskadi a niveles que no tienen nada que envidiar a otros países europeos", coinciden en señalar.
Referentes mundiales. "Investigar en EEUU es muy fácil porque hay muchos medios. En Euskadi hay una gran actitud en tiempos de crisis; no se han reducido los presupuestos", indican.
"Las inversiones en ciencia en un país tan pequeño como Euskadi tienen un mérito tremendo tendrían que ser copiadas por otros".