Si usted desea hacer enemigos, intente cambiar algo. El rector de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha propuesto la reforma más importante en los 34 años de vida de la institución académica: fusionar en 20 sus 31 facultades y escuelas universitarias. A nadie le gusta cambiar. Y la comunidad universitaria que, en teoría, debería estar a la vanguardia y liderar los cambios sociales se ha demostrado, en la práctica, como uno de los colectivos más reactivos al cambio. Las pocas voces que se han manifestado públicamente tras conocer la propuesta de Iñaki Goirizelaia han venido a decir: ¿Por qué cambiar? ¿La fusión de centros garantiza la mejora? (Nota: la fusión no significa la desaparición de ninguna facultad, ni de ningún grado, ni el recorte de plantillas, solo una reorganización de los equipos directivos y dinámicas de trabajo internas en los nuevos centros resultantes de la agregación en aras de una mayor eficacia en la gestión, mejorar la oferta y la investigación).

Solo el tiempo responderá a las preguntas anteriores si finalmente prospera el proceso de reestructuración de la UPV/EHU. Y hay seis largos meses por delante de debate en el seno de la institución, en la que se han formado 300.000 personas y realiza el 60% de la producción científica de Euskadi. Lo que está claro es que a nadie debería haberle pillado por sorpresa la propuesta del rector ya que el proyecto de fusión de las facultades viene recogido en el programa electoral de Iñaki Goirizelaia y en el Plan Estratégico 2012-2017 que fue aprobado por amplia mayoría en el Claustro del 15 de diciembre de 2011 y ratificado definitivamente en el Consejo de Gobierno de la UPV/EHU del 21 de junio de 2012. Y lo que está también claro es que Goirizelaia, con su propuesta, no da un salto al vacío sin red. Se limita a reproducir lo que otras universidades ya han hecho dentro y fuera del Estado.

Desde Oxford a Bourdeaux En la memoria del plan, a la que ha tenido acceso este periódico, se citan los ejemplos de fusión recientes llevados a cabo por la Universidad de Alicante o la Universidad de Oviedo dentro de su proyecto de Campus de Excelencia Internacional (pasando de 24 centros a 13). También destaca el proceso de fusión protagonizado en 2012 por la Universidad de Alcalá, que le ha permitido pasar de 18 centros a 9 y de 43 departamentos a 23. La reestructuración universitaria con label patrio más cercano en el tiempo ha sido la realizada por la Universidad de la Laguna el año 2013.

El documento interno que el rector ha presentado esta semana a decanos directores y sindicatos señala que también algunas universidades europeas de prestigio han hecho reorganizaciones de sus estructuras, incluso fusionando universidades. El ejemplo más ilustrativo es el de la Université de Bordeaux en enero de este mismo año. Este caso es especialmente relevante porque la Université de Bordeaux es la socia de la UPV/EHU en el proyecto del Campus Transfronterizo del Arco Atlántico, incluido en Euskampus, el Campus de Excelencia Internacional que le concedió el Ministerio de Educación hace ya más de cuatro años. La agregación de Boudeaux 1, Boudeaux Segalen y Montesquieu Bordeaux IV ha multiplicado la proyección de la nueva universidad ya que ahora cuenta con 45.000 estudiantes y 5.600 personas en plantilla entre personal docente e investigador (PDI) y personal de administración y servicios (PAS). Esta no es una excepción en Francia porque en 2013 el Gobierno galo aprobó una ley por la que obliga a sus universidades y ecóles a fusionarse.

La fusión es una de las estrategias que están empleando las universidades de Europa (Finlandia, Gales, Dinamarca...) para ganar mayor visibilidad internacional, con el fin de intentar desbancar a las universidades estadounidenses y británicas del podio de los rankings internacionales, como el de Shanghai o los que elaboran la prestigiosa publicación The Economist o The Times. Y el rector desea que la UPV/EHU no pierda el tren. Y es que pese a dar un salto cualitativo los últimos años, la excelencia sigue siendo un reto. La propuesta defiende que la reestruturación"permitirá incrementar la masa crítica y mejorar la visibilidad de los centros tanto local, como internacionalmente". Asimismo, afirma que mejorará la oferta de títulos de grado y posgrado, "especialmente los másteres que tienen directrices profesionales". Además, se simplificaría la organización departamental "disminuyendo el número de centros" en los que se distribuyen los departamentos. Por otro lado, la agregación va a "favorecer el estrechamiento de lazos con universidades del Arco Atlántico y el tejido socioeconómico del entorno".

Los centros que se agruparían son:

Centro de Ciencias de la Salud

- Facultad de Medicina y Odontología.

- Escuela Universitaria de Enfermería de Leioa.

- Escuela Universitaria de Enfermería de Donostia.

Centro de Ingeniería de Bizkaia

- E. U. de Ing. Técnica de Minas y de Obras Públicas.

- E. Técnica Superior de Ingeniería de Bilbao.

- E.U. de Ingeniería Técnica Industrial de Bilbao.

Centro de Ingeniería de Gipuzkoa

- E.U. de Ing. Técnica Industrial de Eibar.

- E. U. Politécnica de Donostia.

Centro de Educación de Araba

- Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.

- E. U. de Magisterio de Gasteiz.

Centro de Educación de Gipuzkoa

- Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación.

- E. U. de Magisterio de Donostia.

Centro de Ciencias Jurídicas y Sociales

- E. U. de Relaciones Laborales Leioa.

- E. U. de Trabajo Social de Gasteiz.

Centro de Ciencias Económicas y Empresariales

- Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.

- E. U. de Estudios Empresariales de Bilbao.

- E. U. de Estudios Empresariales de Gasteiz.

- E. U. de Estudios Empresariales de Donostia.