GASTEIZ. El 36% de los jóvenes vascos de entre 18 y 34 años ha renunciado en los últimos seis meses a independizarse a causa de la crisis y se ha visto obligado a permanecer en la casa familiar. Además, el 7,4% ha tenido que volver a casa de sus padres por la difícil situación económica. Así se recoge en el DeustoBarómetro Social (DBSoc), encuesta puesta en marcha por la Universidad de Deusto sobre la situación social, económica y política del País Vasco con una periodicidad semestral.

En su primera edición, se ha elaborado la encuesta a un millar de personas con un trabajo de campo realizado entre el 21 de noviembre y el 3 de diciembre. Según este sondeo, un 6,5% de los jóvenes vascos han tenido que trasladarse a una vivienda más barata en el último semestre por la crisis. Sobre la posibilidad de perder el empleo en los próximos seis meses, los jóvenes son más pesimistas que el resto de los trabajadores, ya que un 53% de los menores de 35 años cree muy probable o bastante probable quedarse sin trabajo, mientras este porcentaje se reduce al 14% en el caso de los mayores de 35 años.

Preguntados sobre si cuando los trabajos escasean, las personas jóvenes deben tener más derecho a trabajar que las mayores, un 86% de los encuestados se muestran poco o nada de acuerdo con esta afirmación. Además, casi seis de cada diez encuestados consideran que la desigualdad de oportunidades entre mayores y jóvenes en la sociedad vasca son muy grandes o grandes, mientras un 29% cree que son pequeñas.

Los datos de 2012 de Etxebide, el Servicio Vasco de Vivienda, vuelven a revelar que el grupo más numeroso está constituido por la población joven menor de 35 años (28.064 inscripciones de personas jóvenes), aunque su proporción sobre el total ha disminuido considerablemente (representan el 33% en 2012 cuando eran el 44% en 2009).