vitoria. En un año "complicado", tal y como calificó ayer el director general de Osakidetza, Jon Etxeberria, el sistema vasco de Salud aguanta el tipo y consigue adelgazar tres días sus listas de espera para las cirugías que no son urgentes. "El esfuerzo y el trabajo de todos los profesionales ha servido para dar respuesta al reto de mantener un sistema sanitario público, universal y de calidad", aseguró Etxeberria. Uno de los principales indicadores que mide esta solvencia es la demora que sufren los pacientes para poder entrar a quirófano o para acceder a la primera consulta con el especialista. En ese sentido, los datos ofrecidos por Osakidetza sobre la actividad en 2013 reflejan que la espera media para ser operado en Euskadi era de 49,67 días a 31 de diciembre de 2013, tres menos que en la misma fecha de 2012. En cuanto a las consultas, la espera media para una primera cita se fijaba en veinticinco días, uno menos que en diciembre de 2012.

Jon Etxeberria y el director de Asistencia Sanitaria, Antonio Arraiza, dieron ayer a conocer los datos de actividad y las listas de espera del pasado año, unos dígitos que se hacen públicos de forma semestral. Arraiza subrayó que, a pesar del aumento de la actividad, las listas de espera se están "manteniendo", por lo que consideró que el objetivo de no superar los 55 días de demora media en intervenciones quirúrgicas programadas, ni los 30 días en consultas externas, "está cumplido".

Sin embargo, las diferencias entre los hospitales de los tres territorios son bastante notables. Por centros, San Eloy (54,02 días) y el Hospital Universitario Donostia (53,87 días) presentan mayor demora en sus listas de espera quirúrgica, mientras que en el hospital del Alto Deba (37,07 días) y en Cruces (39,04 días) los enfermos deben tener menos paciencia. A 31 de diciembre, un total de 18.123 pacientes aguardaban para ser operados en algún hospital de la comunidad.

De hecho, Osakidetza ha conseguido contener mejor las demoras en las intervenciones quirúrgicas de Oftalmología (43,23 días) y Tocoginecología (44,19 días). En el extremo opuesto y exigiendo un mayor aguante, se sitúan las operaciones de Traumatología con 56,40 días y Otorrinolaringología con 54,45 días. Y eso que la actividad quirúrgica programada ha bajado en seis puntos, mientras que las operaciones fuera del horario normal se han reducido en un 27%

prueba de fuego Las pruebas diagnósticas son también una auténtica prueba de fuego para el sistema. Y aunque desde Osakidetza se cifra la espera por debajo de los nueve días, Antonio Arraiza reconoció que ese tiempo no es real para todas las especialidades ya que el dato engloba a todas las pruebas que se requieren y en algunas los tiempos de espera son muy superiores. Por ejemplo, son las ecografías generales las que registran el embudo y acumulan el mayor atasco. Un colapso de difícil resolución ya que ha aumentado en un 16,58% el número de pacientes que se someten a este tipo de pruebas, pasando de los 13.498 de 2012 a los 15.736 del pasado año.

Por eso, Arraiza admitió que estos datos son "una cesta, excesivamente variada, en la que se mete todo", desde una analítica, a un electrocardiograma hasta una hemodinámica. En este sentido, indicó que estos días son "una referencia" y explicó que se encuentran trabajando para mejorar esta información, desgranarla más y que sea suficientemente inteligible.

En cuanto a las consultas, también ha disminuido en un 6% el número de personas pendientes de una primera cita con el especialista -de 95.007 a 89.289-, con una demora de 25,22 días, lo que rebaja en casi un día la espera con respecto a 2012 (25,97 días). Las consultas más demandadas son las de Traumatología (16.169 pacientes que esperan una media de 29,40 días), Dermatología (13.429 pacientes con espera de 33,66 días) y Oftalmología (12.543 pacientes con espera de 25,46 días).

Las cifras expuestas ayer ponen de manifiesto que han crecido las consultas de Medicina de Familia y de Pediatría, aunque destaca el dato de la "consolidación" de la consultas telefónicas, que aumentan un 12% con respecto al pasado año, ya que suponen un 18% (1.688.690) de todas las realizadas en Atención Primaria.

En este sentido, Arraiza destacó que las llamadas telefónicas realizadas desde las propias consultas a los pacientes para el seguimiento médico, resultados u otros controles, han ascendido a 122.036, "lo que evita desplazamientos y esperas a las personas". También han crecido las alternativas a la hospitalización tradicional, lo que optimiza los ingresos, ya que su actividad equivale a la realizada por un hospital de 425 camas.

Finalmente, entre los programas preventivos destacan por su peso específico tanto el de Detención Precoz de cáncer de colon -con un 66% de participación y 2.680 operaciones- y el de cáncer de mama -con un 77,4% de aceptación- y la detección de 561 nuevos casos de tumores.