GASTEIZ. Los datos del Servicio Vasco de Empleo/Lanbide, organismo que gestiona la RGI, confirman el repunte de la demanda de la principal ayuda pública para luchar contra la pobreza en Euskadi desde mediados de año. En los últimos meses de 2012 y primeros de 2013 se dio una cierta estabilización, con algunos periodos incluso de ligeras caídas, pero la tendencia cambió a partir del verano.

La consecuencia está siendo el aumento progresivo del número de solicitudes de la RGI y el registro de nuevos récord absolutos mes tras mes. Esto sucedió en agosto, septiembre y octubre, y se repitió también en noviembre cuando un total de 62.404 personas recibieron esta prestación social por carecer de ingresos económicos para atender a sus necesidades básicas.

La cuantía mensual de la ayuda varía en función de si el perceptor tiene algún tipo de ingreso por trabajo o pensión o carece de rentas: en el primer caso recibe un complemento hasta alcanzar el nivel de la RGI, mientras que en el segundo la cantidad asciende a 650 euros (esta cifra se incrementa de acuerdo al número de miembros de la unidad familiar).

Un análisis de la evolución de la renta de garantía de ingresos durante los últimos años permite certificar algo muy lógico: la demanda crece exponencialmente en tiempos de crisis.

El número de perceptores a principios del año 2009, cuando la ciudadanía vasca sólo empezaba a sentir los primeros síntomas de la crisis, era de menos de 35.000. Cuatro años después, con una tasa de desempleo que duplica a la de entonces y roza el 15%, las personas que tienen que recurrir a esta prestación básica prácticamente se ha duplicado.

Seis de cada diez perceptores de la RGI son mujeres, aunque cierre de empresas y el incremento del desempleo está obligado a cada vez más hombres recurrir a la renta de garantía de ingresos como medio de subsistencia. El número de varones perceptores de esta prestación aumentó en los últimos meses el 20% y este porcentaje se duplicó entre los nacionales de entre 35 y 54 años.

Casi un tercio de los beneficiarios de esta prestación social son pensionistas que necesitan completar su pensión por ser muy baja y entre aquellos en edad de trabajar predominan los pertenecientes a la franja de edad que va de los 30 a los 44 años. Más de la mitad carece de estudios o sólo tiene el nivel obligatorio, pero hay más de 2.200 universitarios.

Dos tercios de la demanda se concentran en Bizkaia. Un total de 39.490 ciudadanos residentes en este territorio histórico son perceptores de la RGI, los guipuzcoanos en esta situación ascienden a casi 14.000, mientras que 8.937 beneficiarios viven en Araba.