Atenas. La pequeña María, que continua en el hospital a la espera de que finalice su examen médico, no se encuentra en la lista de menores perdidos facilitada por la Interpol a la policía griega. La central de la Interpol de Lyon confirmó a los servicios policiales helenos que el ADN de María, hallada en un campamento de gitanos, no coincide con ninguna de las 606 personas que figuran en su registro como desaparecidas y entre las que se encuentran 61 niños que podrían tener la edad de la pequeña. Ante esta tesitura, la policía griega investiga la posible relación de una decena de familias de todo el mundo con niñas desaparecidas, entre las que se encuentran varias de Estados Unidos, con la encontrada la semana pasada en un campamento en Grecia. Panagiotis Pardalis, el portavoz de la ONG griega La sonrisa del niño, que se encarga provisionalmente de la custodia de la menor, dijo que, además, familias de Canadá, Polonia y Francia se encuentran entre la decena de posibilidades que las autoridades "están considerando muy seriamente". La policía comenzó una búsqueda de los progenitores de la menor con la colaboración de Interpol. En un caso muy similar al ocurrido la semana pasada en Grecia, las autoridades irlandesas quitaron ayer la postestad a una familia de etnia gitana de su supuesta hija de 7 años, ante los temores desatados porque la pequeña, rubia y de ojos azules, no guarda parecido alguno con el resto de la familia. Por el momento no hay acusaciones concretas de secuestro de la pequeña, informó la policía. Sin embargo, las autoridades se la entregaron a los servicios sanitarios después de que los padres, que insisten en que la hija es suya, no pudieran probar su identidad. Un pasaporte que tenían era muy viejo y el certificado de nacimiento que presentaron no convenció a la policía irlandesa. Además, en el hospital de Dublín, en el que nació en el año 2006, no había información sobre esta menor.