roma. Los servicios de rescate trabajaban ayer de forma frenética por segundo día consecutivo frente a la costa de Lampedusa, tras el parón de dos días obligado por las malas condiciones del mar, para intentar recuperar los cerca de 100 cuerpos que todavía podrían permanecer bajo el agua. Así, tras los 38 cuerpos recuperados ayer, el balance oficial de víctimas mortales en el naufragio del barco de inmigrantes se elevó a 232.

Se trata de una tarea complicada como demuestra el testimonio de uno de los buzos, que relató que los cadáveres atrapados entre los restos de la embarcación "están todos pegados unos con otros".

"Cada uno tiene no más de 30 centímetros de espacio. Hay pilas de hombres y mujeres en la bodega del pesquero", narró este miembro de los equipos de rescate, quien añadió que, por la posición de los cuerpos, es necesario sacarlos "uno a uno". Además, explicó que "muchos otros están aún en torno al barco y quién sabe a cuántos más será posible encontrar cuando se amplíe el perímetro de la zona de rastreo".

En este escenario desgarrador, los primeros cadáveres en ser recuperados este lunes por los buzos, que volvieron al agua tras una intensa jornada ayer, cuando sacaron del mar 83 cuerpos, fueron los de dos mujeres, a las que se encontró en el puente de mando de la embarcación.

El comandante de la Guardia Costera, Filippo Marini, explicó en declaraciones al canal por satélite SkyTg24 que tienen intención de recuperar el resto de cadáveres hoy.

Mientras los equipos ultimen la recuperación de los últimos cuerpos, los ministros de Interior de la Unión Europea discutirán lo ocurrido frente a las costas de Lampedusa, en un debate programado a petición de Italia, que ha criticado la inacción de la UE y reclama la solidaridad de sus socios para soportar la presión migratoria.

El viceprimer ministro italiano y responsable de Interior, Angelino Alfano, tendrá entonces la oportunidad de exponer a sus colegas la "situación de emergencia" en Lampedusa por la constante llegada de inmigrantes irregulares que escapan de los países del sur del Mediterráneo. Ello servirá para "generar debate" y abrir una discusión más profunda entre los Veintiocho, pero es poco probable que sea "concluyente", según fuentes diplomáticas para las que los medios y recursos de la UE son "limitados", pero también falta voluntad política de los Estados miembros, a quienes competen la vigilancia y control de las fronteras.

Italia y otros países como Malta y Grecia, a donde llegan la mayoría de refugiados que escapan de conflictos como los de Siria y Libia, han llamado en varias ocasiones a la Unión Europea a demostrar "solidaridad", para que los solicitantes de asilo no se instalen únicamente en los países de entrada.

resistencia Sin embargo, otros países como Alemania, Francia y Suecia, e incluso España, en donde los flujos de migración no están tan vinculados a razones políticas, sino económicas o sociales, se resisten a atender esta petición, explican las fuentes. A corto plazo, la Unión Europea podría optar por "reorientar" los trabajos de la Agencia de control de fronteras europeas (Frontex) y reforzar las medidas de vigilancia para frenar la llegada de migrantes y combatir la actividad de las mafias.

El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, defenderá por su parte la necesidad de consolidar el control en el Mediterráneo al tiempo que reivindicará la importancia de Frontex como mecanismo de prevención ante los flujos migratorios irregulares. España destacará su experiencia en este campo adquirida a lo largo de los años, en los que ha experimentado un descenso considerable de las llegadas de inmigrantes irregulares. Expondrá las distintas operaciones que actualmente tiene desplegadas en el Mediterráneo así como la necesidad de estrechar al máximo los vínculos y la colaboración con las autoridades de los países del norte de África.