ROMA. El Papa Francisco ha comenzado su peregrinación a Asís en el Instituto Seráfico que atiende niños incapacitados y enfermos. El Pontífice ha salido a las 7.00 horas del helipuerto vaticano y ha aterrizado 30 minutos después en el campo deportivo del Instituto Seráfico de Asís, donde fue recibido por los miembros del G8 vaticano que formarán parte de su séquito durante esta visita.
Asimismo, el Papa ha sido bienvenido por el arzobispo de Asís, monseñor Domenico Sorrentino; el presidente de la región italiana Umbria, Catiuscia Marini; del Embajador de Italia ante la Santa Sede, Francesco Maria Greco; del nuncio apostólico en Italia, monseñor Adriano Bernardini, entre otros.
Al llegar al Instituto Seráfico de Asís, el Pontífice ha saludado personalmente a numerosos niños incapacitados y enfermos atendidos por esta institución y después el alcalde de Asís, Claudio Ricci ha agradecido su visita y ha recordado la tragedia de Lampedusa en la que la dignidad ha sido perdida.
Además la presidente del Instituto Seráfico, Francesca Di Maolo ha recordado que la institución ha sido fundada por el beato franciscano Ludovico da Casoria.
Posteriormente, el Papa ha pronunciado sus primeras palabras en forma espontánea y no ha leído el discurso previsto que al finalizar ha entregado al arzobispo de Asís, Domenico Sorrentino.
En su intervención, Francisco ha subrayado que en este Instituto se lleva a cabo en la capilla la Adoración Eucarística por lo que ha remarcado que Jesús se encuentra escondido en el pan eucarístico y en los jóvenes y niños presentes.
Además el Papa ha animado a "escuchar al Jesús escondido en el pan compartido y en el dolor" porque todos tienen necesidad de decir que estas llagas "deben ser escuchadas y acogidas" ya que Jesús, después de su resurrección, era bello pero conservó en su cuerpo las llagas de la Cruz por lo que ha concluido animando a "dar voz para que los cristianos escuchen".
Al finalizar, el Papa se traslada en visita privada al santuario de San Damiano para rezar y después se dirige a la sede arzobispal, donde mantendrá un encuentro con los pobres.
DISCURSO PAPAL ENTREGADO Y NO PRONUNCIADO
En el discurso que el Papa no ha leído pero que sí ha entregado al arzobispo de Asís, recuerda que este viernes es la fiesta de San Francisco y que eligió como Obispo de Roma llevar ese nombre por lo que explica que realiza esta "peregrinación de amor" para rezar en la tumba "de un hombre que se ha despojado de sí mismo y se ha revestido de Cristo, ha amado a todos especialmente a los más pobres y abandonados, ha amado con estupor y sencillez la creación de Dios".
Además, el Pontífice indica que ha querido comenzar su peregrinación ahí para alertar una vez más acerca de "la cultura del desecho contraria a la cultura de la acogida".
En esta línea, Francisco asegura que "las víctimas de la cultura del desecho son las personas más débiles, más frágiles" pero en cambio en esta casa "ve en acción la cultura de la acogida".
De este modo, el Pontífice resalta la colaboración conjunta "por la vida digna de personas con graves dificultades", agradece "este signo de amor" que es "signo de la verdadera civilización humana y cristiana" y anima a colocar "al centro de la atención social y política a las personas más desfavorecidas" ya que en ocasiones las familias se encuentran solas para hacerse cargo de ellos.
Por último, el Papa anima a "multiplicar las obras de la cultura de la acogida, obras sobretodo animadas por un profundo amor cristiano, amor a Cristo crucificado, a la carne de Cristo, obras en donde se unan la profesionalidad, el trabajo calificado y justamente retribuído, con el voluntariado, un tesoro valioso".