ramales. "Estamos bien porque sabíamos lo que teníamos que hacer, aunque ha sido duro". Con estas palabras, los cuatro espeleólogos madrileños describían la odisea vivida tras las angustiosas e interminables horas que han pasado desde el pasado sábado, cuando se perdieron en una cueva del Collado del Asón, situada en la localidad cántabra de Ramales. El rescate concluyó sobre las 20.00 horas y en torno a las 21.00 aterrizaron en el campo de fútbol de la localidad los dos primeros en salir de la cueva -Alfonso Gutiérrez Gómez, de 45 años, y Joaquín Gómez, de 32-, más "frescos físicamente" que sus otros dos compañeros -Isabel Carrillo, de 33 años y Bruno Martínez, de 49-, que fueron evacuados de madrugada por tierra. Los espeleólogos fueron trasladados posteriormente al centro hospitalario de Valdecilla, en Santander, para ser sometidos a una revisión, pese a que en principio se encuentran en "perfectas condiciones".

Los espeleólogos madrileños explicaron a sus rescatadores que llegaron a una zona que se estrechó y en la que no estaban seguros del camino a seguir. Como había un espacio amplio y agua, decidieron esperar a que fueran a buscarles, cumpliendo así la norma básica de la espeleología de no moverse en caso de dudas. Los cuatro espeleólogos, que son miembros del grupo Espeleo Minas, comenzaron la ruta Acebo-Rubicera el sábado por la mañana, un exigente recorrido por cuevas de gran profundidad que dura aproximadamente unas 12 horas para un espeleólogo normal.

voz de alarma La expedición, que inició la ruta sobre las 9.00 horas de la mañana, había acordado cenar con un amigo de Guadalajara en el hostal donde se alojaban. "Si no volvemos antes de las cuatro, empieza a preocuparte", le habían dicho los cuatro madrileños al compañero que no se había adentrado en las cuevas, por lo que se puso en marcha el operativo de búsqueda con efectivos del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de Potes, a los que se incorporaron el lunes miembros de Mieres y Cangas de Onís (Asturias) y Sabero (León), hasta sumar un total de 14. También colaboraban medio centenar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), agentes del puesto de la Guardia Civil de Ramales y otros espeleólogos de la zona.

El operativo de búsqueda contaba igualmente con la colaboración de Protección Civil del Gobierno de Cantabria. Así, el helicóptero del 112 llevó en la mañana de ayer a efectivos del Greim a las inmediaciones de la cavidad, para seguir allí con las labores de búsqueda.

campamento provisional Desde un primer momento, el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil barajaba como "hipótesis más probable" que se hubieran extraviado y que "lo más seguro es que hayan hecho un campamento provisional" y se hayan quedado quietos en el lugar, "porque se les habría acabado la iluminación". Dos horas antes de confirmarse el rescate, el capitán Gómez de la Guardia Civil confirmaba las optimistas expectativas sobre las posibilidades del rescate ya que los madrileños tenían una gran experiencia en la espeleología -especialmente los dos veteranos-. Asimismo, se había confirmado que poseían "agua y pastillas energéticas", además de que la temperatura en la cueva es estable entre los "ocho y once grados a lo largo de todo el año" descartando hipotermias en los integrantes del cuarteto, cuyos familiares fueron informados del avance de las operaciones "cada media hora".