Gazeo es una localidad de la Llanada, ubicada a escasos tres kilómetros de Agurain. Pertenece al municipio de Iruraiz-Gauna y tiene en la actualidad 35 vecinos. Nunca fue un pueblo grande, su mayor población la alcanzó a finales del siglo XVIII, cuando contaba con unos 80 habitantes. Los siglos anteriores se había mantenido en torno a los 55. Durante los siglos XIX y XX la población fue descendiendo, hasta llegar a un mínimo de 29 en 1981.
Un pueblo pequeño, pero no por ello sin importancia. Todo lo contrario. Para empezar, Gazeo se encuentra al pie de la antigua calzada romana iter XXXIV, que iba de Burdigala (Burdeos) a Asturica (Astorga), lo que sin duda ha dado carácter a toda su historia. Téngase en cuenta que por Gazeo han pasado durante siglos toda clase de viajeros, desde mercaderes a aventureros, nobles y plebeyos, hasta los ejércitos conquistadores, como el de los castellanos de Alfonso VIII, que invadió y se anexionó Álava y las tierras occidentales del Reino de Navarra, allá por el año 1200, o la coalición de ingleses, gascones, navarros y castellanos, que al mando del príncipe de Gales, Eduardo de Woodstock, llamado el Príncipe Negro, acamparon aquí en 1367, en su incursión para devolver su corona al rey de Castilla, Pedro I, destronado por su hermano bastardo Enrique de Trastámara. También el ejército castellano que invadió el Reino de Navarra en 1512. Entre los viajeros es preciso incluir a los peregrinos a Compostela, porque con la antigua calzada entroncaba en Agurain el camino que venía desde Francia, cruzando Gascuña y Gipuzkoa y entraba en Álava por el túnel de San Adrián, llamado Sandrati por los naturales del País.
La calzada llegaba a Gazeo desde Agurain por el término de Galzarra, que en euskara significa precisamente calzada, pasando por un pueblo, hoy desaparecido, llamado Mostrejón. El nicho del sagrario de la parroquia de San Martín de Gazeo, procede de la desparecida iglesia de Mostrejón, así como una imagen de la Virgen. Cruzando el río Sarra, a la derecha, la calzada seguía hasta Ezkerekotxa, por lo que ahora es una pista asfaltada. Este término se llama "las cascajeras", precisamente cascajo era el nombre que recibían las piedras que rellenaban las calzadas. La calzada estuvo en uso prácticamente hasta el siglo XIX, con la misma técnica constructiva implantada por los romanos casi dos milenios antes. La palabra calzada proviene del latín calculus, que designa a las pequeñas piedras que formaban el cascajo. Los laterales estaban formados por anchas losas, en medio había una hilera de piedras más pequeñas, llamada espina, y el resto se rellenada con el cascajo.
Historia
Gazeo aparece por primera vez en el documento del obispo Aznar de Calahorra, diócesis a la que perteneció Álava hasta 1861, datado en 1257, con el nombre de Gacechobarren, cuya etimología parece estar relacionada con la sal, aunque no hay noticia de salinas en la zona; sería algo así como Salinilla del interior, porque en aquella época había dos Gazeo, el citado y Gacechogoyena o Gazeo de Arriba, que estaba entre el actual Gazeo, Langarika y Mostrakon. Había también una ermita de San Andrés, en terreno comunidad con Ezkerekotxa, derribada en 1759.
Pero Gazeo es muy anterior a 1257, puesto que ya en 1071 aparece en una donación a San Millán, un tal Didaco Telliz de Gathieu. Gazeo, como la mayor parte de esta zona sur de la Llanada, por la que transitaba la calzada, denominada Iraszaeza o Iruraiz fue señorío del Duque del Infantado, es decir, de los Mendoza, hasta el siglo XIX.
El 22 de junio de 1813, los soldados franceses que se retiraban tras su derrota en Vitoria el día anterior, saquearon las casas y la iglesia de Gazeo, al igual que hicieron con muchas otras de los alrededores. Seguramente este hecho no tiene mérito para organizar vistosos desfiles doscientos años después, pero ahí está, en la historia de verdad, no en la confeccionada a medida de ciertos intereses.
La lengua de los naturales de Gazeo fue hasta el siglo XVII exclusivamente el euskera. En el acta de la boda celebrada el 22 de febrero de 1569, entre Juan López de Aberasturi y Elvira Ruiz de Gauna, el cura aclara que "estando los más del pueblo presentes les declaré en bascuence el efecto y virtud grande del sacramento del matrimonio". A partir del siglo XVIII se establecen las escuelas en los pueblos, en las que la enseñanza se impartía únicamente en castellano, imponiéndose castigos a los niños que hablasen en euskara. A finales de ese siglo se afirma que en la vicaría de Salvatierra, a la que pertenecía la parroquia de Gazeo, "hablan el idioma bascongado los más pueblos". Todavía en 1841, el juzgado de Salvatierra contrata a un intérprete de euskara, lo que quiere decir que aún quedaba un considerable número de personas que no sabían castellano.
Gazeo es universalmente conocido por el descubrimiento en su iglesia, en 1967 de unas extraordinarias pinturas. La citada iglesia, dedicada a San Martín de Tours es románica, construida a principios del siglo XIII. Tiene planta rectangular, ábside semicircular y bóveda de cañón apuntada. El pórtico es del siglo XVII y contaba con una espadaña, construida en 1848, que fue retirada en el transcurso de las obras de restauración, tras el descubrimiento de las pinturas.
Estas pinturas, que aparecieron bajo la cal y tras el retablo en el transcurso de unas obras, datan de las primeras décadas del siglo XIV, encuadrándose en el estilo llamado gótico lineal. En el ábside está representado Dios padre, sosteniendo en sus manos a Cristo crucificado, adorados por santos arrodillados que, en el paraíso celestial, gozan de la visión divina. Debajo, a la izquierda, se representa la crucifixión de Cristo y, a la derecha, el juicio de las almas. Más a la derecha aparece la caldera de Pedro Botero y la entrada del infierno, hacia la que se dirigen los condenados, representada por las fauces de un monstruo. Por último, la bóveda y los muros del presbiterio representan diversas escenas de la vida de Cristo.
Todo ello con gran derroche de colorido, en el que predominan los tonos pasteles, azules y verdes, y los ocres. En definitiva, se trata, como lo definió la añorada Micaela Portilla, de "un completo y bello programa iconográfico, didáctico y vivo, al alcance de todos los fieles".
Nuevos descubrimientos
Recientemente, durante las labores previas a la cimentación de una nueva casa, en un solar próximo a la iglesia, se encontraron diversos restos arqueológicos que, tras su estudio definitivo, podrán aportar nueva luz, sobre la historia de la Llanada y del País Vasco. Las excavaciones fueron dirigidas por el arqueólogo Rafael Varón, de la empresa Ondare Babesa.
Se hallaron restos humanos, dispuestos en un enterramiento, con los cuerpos en posición canónica desde el punto de vista de las inhumaciones cristianas. En principio se pensó que podría tratarse de una necrópolis cristiana medieval, asociada al entorno de la iglesia parroquial de Gazeo. Según figura en el informe preliminar de Ondare Babesa, "la recuperación de algunos materiales arqueológicos en los contextos funerarios y en los cortes de los agujeros de poste y cubetas, nos permiten una aproximación cronológica del uso de la necrópolis, que se centra entre los siglos VIII y IX", es decir, podría hacer retroceder tres siglos el origen de lo que hoy es Gazeo.
Se han hallado restos de cerámica medieval, datados entre los siglos VIII y XIII, pero se cree que podrían proceder de otros lugares, ya que se hallan mezclados con piedras, utilizadas para la elaboración de unos caños para drenar el terreno.
La necrópolis descubierta, está compuesta por nueve enterramientos en fosa simple, de planta oval, más ancha en la zona de la cabecera que en la de los pies, y con orientación oeste-este. Los individuos carecen de ajuar funerario, excepto en un caso, en el que ha aparecido una hoja de cuchillo de hierro junto a la cabeza de uno de los esqueletos, algo, según Rafael Varón, "propio de tradiciones funerarias más cercanas a la tardoantigüedad que a la Plena Edad Media. Además, se han recuperado tres grandes losas monolíticas fracturadas, que podrían haber estado cubriendo las tumbas.
El hecho de que la orientación de las tumbas no coincida con el eje de la iglesia, ha hecho pensar en la existencia de otra iglesia anterior, prerrománica, sustituida por la actual a principios del siglo XIII. En todo caso, se trata de conclusiones no definitivas, pendientes de los resultados que arrojen tanto el análisis estratigráfico final como el estudio de los materiales arqueológicos recuperados.
Visitas
El servicio de Turismo de la Cuadrilla de Salvatierra organiza desde hace años, visitas guiadas a las iglesias pintadas de Gazeo y Alaitza. En la actualidad la visita incluye también el casco amurallado de Salvatierra. Las visitas se realizan los jueves y los domingos, comenzando a las 10.30 horas en la plaza de San Juan de Agurain. El coste de la visita es de tres euros por persona, para los mayores de 12 años, y su duración aproximada de unas cuatro horas. También existe la posibilidad de visitar las iglesias pintadas de Gazeo y Alaitza junto a la de Añua, los martes y sábados. En este caso la cita es en Añua, también a las 10.30 horas, y la duración de unas tres horas. La tarifa es la misma.