Río de Janeiro. El papa Francisco advirtió ayer que la crisis mundial está haciendo mucho daño a los jóvenes y que se corre el riesgo de que haya una generación que nunca ha tenido trabajo. A bordo del avión que le llevó de Roma a Río de Janeiro con motivo de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Francisco se reunió con los periodistas de todo el mundo que le acompañaron en el vuelo.
"Este primer viaje es para encontrar a los jóvenes, a los que no quiero encontrar aislados, sino en medio del tejido social. Deben vivir en sociedad, ya que cuando aislamos a los jóvenes les hacemos una injusticia porque les quitamos la pertenencia", añadió el Papa.
Francisco agregó además que "los jóvenes pertenecen a una familia, una patria, una cultura y una fe y hay que mantener esa pertenencia. Ellos son el futuro de un pueblo, porque tienen la fuerza, la juventud y van hacia delante", pero también recordó que "en el otro extremo de la vida, están los ancianos".
Futuro "Un pueblo tiene futuro si camina hacia adelante, con los jóvenes, con la fuerza que llevan y también con los ancianos, porque ellos son la sabiduría de la vida", dijo el Papa, quien subrayó "como muchas veces se comete la injusticia de dejar de lado a los ancianos al pensar que no tienen nada que darnos, pero ellos tienen la sabiduría de la vida".
Por ello, explicó que quiere encontrar a los jóvenes "en su tejido social, es decir, también con los ancianos". El papa afirmó que es verdad que la crisis mundial "no hace cosas buenas con los jóvenes" y comentó cómo la semana pasada conoció "el porcentaje de jóvenes sin trabajo". "Corremos el riesgo de tener una aceleración de una generación que no ha tenido nunca trabajo y de ahí viene la dignidad de la persona, que es el poder ganarse el pan", subrayó el papa Francisco.
Asimismo, el pontífice añadió que "por desgracia, estamos acostumbrados a la excesiva cultura del desecho" y explicó que "con los ancianos se practica esta cultura, que ahora también se está empleando con los numerosos jóvenes que no tienen trabajo". "Hay que acabar con esto y cambiarlo por la cultura de la inclusión y del encuentro. Hay que hacer un esfuerzo para llegar a todos, a la sociedad, y este es el sentido de mi visita: llevar a los jóvenes a la sociedad", dijo.