Vitoria. La ampliación de espacios para sillas porta bebés en los autobuses urbanos de Gasteiz, una de las reivindicaciones más repetidas por las familias de la ciudad con niños pequeños, podría verse satisfecha próximamente. El Consejo de Administración de Tuvisa decidió ayer poner en marcha por unanimidad una prueba piloto en uno de sus autocares para comprobar la idoneidad de esta medida, consistente en habilitar más espacio en sus vehículos para este tipo de carros. Antes de ponerla en marcha, no obstante, el Gobierno municipal trasladará la propuesta al Consejo de Accesibilidad para que las personas con discapacidad puedan conocer la medida de primera mano, dado que el espacio de las sillitas para bebés lo deberían compartir con ellas.
Según informó el Ayuntamiento gasteiztarra, si las conclusiones son favorables se podrán modificar hasta 19 vehículos, los que han pasado la inspección técnica con posterioridad al año 2007, de los 84 existentes en la flota de Tuvisa para dar satisfacción a los usuarios de las líneas 4 y 6, que enlazan los barrios de Zabalgana, Salburua y Lakua, en los que vive un mayor número de familias jóvenes y que, por tanto, cuentan con una elevada población infantil. La adaptación de los vehículos se extendería a todos los autobuses que cubren estas dos líneas. Si prospera la medida, impulsada por el PNV y que contó con el respaldo de todos los grupos municipales, se utilizarían 100.000 euros del propio presupuesto de la compañía de transportes.
Hasta ahora, subir al autobús con un carro de bebé ha supuesto toda una odisea en Salburua y Zabalgana. Sólo hay dos plazas por autocar para cubrir el boom de cochecitos, así que decenas de familias se ven obligadas a esperar todos los días al siguiente urbano con los dedos cruzados. O al siguiente del siguiente, según el caso. Hacía tiempo que Tuvisa era consciente del problema, pero ha sido ahora, con la denuncia jeltzale, cuando ha decidido buscar soluciones.
Hace ya unas semanas, en el Consejo de la sociedad municipal, la gerencia se comprometió a elaborar un informe sobre las posibilidades de efectuar reformas en la carrocería de los urbanos para aumentar el espacio destinado a los más txikis. Fue una buena noticia, aunque la presidenta de Tuvisa, la edil Marian Castellanos, quiso ser cauta. "Hay que ver qué posibilidades reales hay y el coste que supondría, porque no es fácil. Afectaría a al menos 24 autobuses y no sabemos si es viable", subrayó entonces. Ahora, parece que las familias afectadas por fin comienzan a ver la luz. Lo que nunca se ha planteado el Consistorio ha sido comprar nuevos vehículos con más plazas para sillas de ruedas y carritos de bebés debido "a la actual situación económica".
En otro orden de cosas, el consejo de Tuvisa tumbó también una iniciativa conjunta de PSE y PNV destinada a modificar el pliego de condiciones que servirá para contratar el servicio de limpieza de los autobuses urbanos, al entender ambos grupos que tal y como está ahora redactado discrimina a las pequeñas empresas locales en favor de otras de gran tamaño. El voto en contra de los consejeros del PP y la abstención de los de EH Bildu impidió que la iniciativa saliese adelante.