Vitoria, 22 may (EFE).- La Ertzaintza mantiene abiertas todas las hipótesis sobre las causas de la muerte de un hombre de 52 años, cuyo cadáver, que presentaba signos de violencia, ha sido encontrado por su hijo en el aseo de un garaje comunitario de Vitoria.

El Departamento vasco de Seguridad ha indicado que la Policía Vasca continúa en el lugar y rastrea toda la zona cercana al garaje para tratar de encontrar evidencias que permitan aclarar lo ocurrido.

El fallecido es un hombre de 52 años, que al parecer trabajaba como soldador, estaba casado y tenía dos hijos, una chica y un joven, según han indicado a Efe fuentes municipales.

Ha sido el propio hijo del fallecido quien ha descubierto el cuerpo, después de que compañeros de trabajo de la víctima, al ver que no llegaba esta mañana a la empresa, han optado por llamar a su casa.

El hijo ha ido al garaje comunitario situado a la altura número 70 de la calle Juntas Generales, en el barrio de Lakua-Arriaga, probablemente para ver si el coche de su padre seguía allí, y se ha encontrado con el cadáver en la zona de los aseos.

La Ertzaintza ha certificado que el cuerpo presentaba signos de violencia, pero no ha comunicado cómo ha podido fallecer y mantiene todas las líneas de investigación abiertas.

Al lugar se han desplazado varias unidades de la Ertzaintza, de la policía científica, de la policía local, así como una ambulancia, aunque al confirmar que no se podía hacer nada por su vida, el cuerpo ha permanecido en el mismo lugar hasta las dos de la tarde, cuando se ha ordenado su levantamiento.

La noticia sobre esta muerte violenta ha corrido de boca en boca entre los vecinos del barrio, algunos de los cuales han especulado sobre la posibilidad de que su muerte se haya debido a "una venganza" o a un "ajuste de cuentas".

Incluso algunos han hablado sobre la aparición de una soga en el garaje junto al cuerpo.

No obstante, algunos familiares que se encontraban en el lugar muy afectados por lo ocurrido han pedido respeto sobre las circunstancias que han rodeado su muerte y han asegurado a los periodistas que el fallecido "no tenía enemigos de ningún tipo" y era "la persona más feliz y más llana del mundo".

Ante la incertidumbre sobre las causas de suceso, la Ertzaintza ha acordonado la zona y ha inspeccionando jardines, papeleras y contenedores adyacentes para tratar de encontrar alguna pista que le ayude a esclarecer lo ocurrido.

El resultado que arroje la autopsia que se practique al cadáver, que se encuentra ya en el Instituto Anatómico Forense de Vitoria, podría ser determinante. EFE