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la sede de Lehendakaritza se vistió ayer con sus mejores galas para conmemorar el 25 aniversario del Instituto vasco de la Mujer, durante un acto que sirvió también para entregar el premio Emakunde a la Igualdad de Hombres y Mujeres a los Módulos de Asistencia Psicosocial de Bilbao. El lehendakari Iñigo Urkullu y la directora de Emakunde, Izaskun Landaida, presidieron una concurrida gala en la que se realizó un repaso a los logros conseguidos en el ámbito de la igualdad en Euskadi durante el cuarto de siglo de vida de la institución y donde se destacó la importancia que ésta ha tenido en la sensibilización ciudadana, siempre en favor de la igualdad y en el cambio de valores y miradas. "Cultivar igualdad de mujeres y hombres debe superar las diferencias de los partidos políticos, debe primarse sobre otros intereses particulares de las empresas y entidades, debe estar por encima de las distintas maneras de mirar de las personas e incluso del hecho de ser hombres o mujeres. La lucha por la igualdad es un trabajo de equipo y esto es algo que Emakunde nos ha ayudado a comprender en estos 25 años", advirtió Landaida.
Los Módulos Psicosociales de Bilbao, que nacieron en los años 70 por iniciativa de los grupos de mujeres y del movimiento vecinal de la capital vizcaína ante las enormes carencias de servicios públicos en aquellos primeros años tras la dictadura, encarnan perfectamente estos valores. En aquel tiempo, no existían ni centros de atención a las mujeres, ni de planificación familiar, ni de protección a las mujeres víctimas, una situación ante la que muchas mujeres se organizaron en grupos diferenciados para trabajar por la igualdad. Sus reivindicaciones feministas se centraron en el acceso a los métodos anticonceptivos, el derecho al aborto, a una sexualidad propia, así como a la protección legal, social y asistencial ante los malos tratos y la igualdad ante la ley.
En 1970 comenzó su andadura el módulo de Rekalde, en 1982 el de Irala y en 1983 el de Deusto-San Ignacio, los tres servicios de atención premiados ayer que han trabajado en la atención ginecológica de más de 75.000 mujeres, en la psicológica y en la asesoría jurídica de más de 12.000 y en la atención a mujeres en situación de riesgo de exclusión social. Charlas, talleres y jornadas psicoeducativas forman también parte de sus actividades durante estos años.
El jurado del premio destacó el hecho de que los módulos nacieran por iniciativa de las propias mujeres desde los movimientos vecinales y con un modelo autogestionado en colaboración con las instituciones públicas. Otra de sus grandes aportaciones fue la perspectiva de abordaje integral y de género en los servicios que prestan y que destacan por su contribución a la normalización de cuestiones fundamentales para la igualdad como el control de las mujeres sobre su propio cuerpo, el derecho a decidir sobre las formas de relación, la visibilización de la desigualdad o la intolerancia ante la violencia contra las mujeres.
"Queda aún un mundo por transformar, pero debemos apoyarnos en lo conseguido para convencernos de que avanzar hacia la igualdad, siendo un camino muy difícil, no es una quimera. Debemos inspirarnos en lo conseguido y en el esfuerzo de quienes lo intentaron antes", animó Landaida. Urkullu, que entregó el premio a las responsables de los tres módulos psicosociales, agradeció a los otros dos lehendakaris presentes en el evento -José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe- su "compromiso" en defensa de la igualdad y a las otras tres presidentas que ha tenido Emakunde en la historia -Txaro Arteaga, Izaskun Moyua y María Silvestre- por su trabajo al frente del instituto. "Emakunde ha conseguido crecer y que la igualdad crezca socialmente", sintetizó Urkullu, para quien la igualdad "sigue sin existir" pero, por suerte, "Emakunde existe y seguiré existiendo".