"Debemos demostrar que Gauekoak es necesario; sigue en el punto de mira"

El año pasado ya la hicimos en Artium, pero sí. Y sí que estamos buscando que las propuestas y actividades tengan ese calado cultural.

¿Que los recortes municipales hayan afectado al sector cultural influye en esa apuesta? ¿Hay que llenar ciertos vacíos?

Sí. La idea desde el año pasado ha sido incorporar a la federación proyectos que han quedado un poco al descubierto y que son muy interesantes. Por ejemplo, en 2012 comenzamos a gestionar Inmersiones, una iniciativa que llevaba la desaparecida asamblea Amárica desde hacía cinco años. Y cuando en el último trimestre de 2012 nos quedamos un poco sin el apoyo del Ayuntamiento, logramos desde la federación gestionar ayudas para llevar Inmersiones. Además, este año tenemos una iniciativa muy interesante, que va a ser en el último trimestre y consistirá en un mapeo de todas las propuestas en el entorno asociativo cultural con las que nos vamos vinculando, a partir del cual extraeremos las más estimulantes para hacer una especie de festival cultural.

Este año toca convivir con Haziak, el programa de ocio juvenil impulsado desde el equipo de gobierno.

Tenemos que coexistir y es interesante que haya más propuestas dirigidas a un público que lo necesita. Estamos en continua comunicación y, de hecho, queríamos hacer una rueda de prensa conjunta para presentar ambos programas.

Habrá diferencias entre uno y otro...

La diferencia principal radica en la manera de programar o de llegar a un sitio u otro. Nosotros tenemos una interacción más directa con asociaciones, estamos continuamente brujuleando en la ciudad. Y a Haziak se ha llegado mediante concurso. En cuanto al programa, aún no conocemos su concreción. Pero cuando salga se verán los matices que supone trabajar de una manera un otra.

Con un toque más o menos institucional...

Vamos a esperar a ver qué sacan.

Se ha organizado medio centenar de actividades de aquí a julio, con un presupuesto muy ajustado.

Hemos tirado mucho de cosas que han funcionado y que sabíamos que tenían que seguir adelante. Hemos hecho encuestas en las actividades y eventos, un elemento que incorporamos el año pasado y que nos ha ayudado a confeccionar la programación. Nos ha costado, pero no ha sido tan difícil. De aquí a julio ya está la agenda cerrada y tenemos proyectos para el siguiente trimestre.

¿Alguna novedad destacable?

Destacaría el taller de autoproducción musical, que va a impartir Ainara Legardón el día 18 de mayo. Y de cara a septiembre estamos organizando un taller de paddle-surf, que se haría por la ría de Urdaibai. También hemos incorporado un proyecto muy interesante que creemos que va a dar muy buen resultado, de la mano de la asociación Cosa de Tres, que hace una especie de programas televisivos y va a estar muy presentes en los eventos micrófono en mano. También puede dar mucho juego la gente de Airkooled, que entró el año pasado en la Federación con sus vehículos antiguos, o la de Swingvergüenza... Y estamos hablando con otros colectivos de otras propuestas muy interesantes.

¿Cuántas asociaciones forman ya parte de la federación?

Somos 24, pero algunas son más activas que otras. Este año seguramente vamos a hacer una criba para quitar lo que ya no da más de sí e incorporar nuevas asociaciones con buenos proyectos.

El viejo Gauekoak se centraba en el centro cívico Aldabe. ¿A cuántos espacios llega ahora?

Desde el año 2011 intentamos sacar Gauekoak de Aldabe. Para cosas puntuales estaba bien, pero se estaba quedando como muy para el propio barrio, cuando el programa es para toda Vitoria. Y vimos claro que había que expandirse, llegar a todos los barrios y diferentes espacios. Las instalaciones municipales están bien para actividades como teatro, pero hay que abarcar más, ir a locales de asociaciones, a instalaciones deportivas, como vamos a hacer este año, a discotecas... Y creo que acertamos, porque ha cambiado completamente el perfil de la gente que se acerca.

¿Cuál es el perfil ahora del participante en Gauekoak?

Antes era gente de la zona de Aldabe y de determinadas etnias. Ahora, tenemos todo tipo de etnias, gente de Vitoria... Y también hemos notado más participación.

Este programa se dirige a jóvenes de entre 14 y 30 años. ¿Es complicado abarcar semejante horquilla?

Por el tipo de actividades, ahora nos dirigimos más a un público de entre veinte y treinta años, aunque si viene alguien de 35 no le vamos a decir que no entre. No obstante, la de 14 a 20 años es una franja complicada, cuesta mucho llegar. Porque todo lo que tenga un tufillo institucional, ya que al final hay apoyo económico detrás, como que les echa para atrás. Hay que darle un barniz, no te pueden ver como un técnico municipal...

El veto al alcohol también condicionará mucho en ciertas edades.

Puede condicionar, pero nosotros este año no hemos recibido la financiación del Plan nacional contra las drogas, ya que ha ido a Haziak. Y eso nos da cierta libertad. Antes programábamos en una sala y teníamos que ir tapando los licores fuertes. Esta nueva situación nos permite ser más honestos y consecuentes con lo que hay, con una manera de abordar la problemática del alcohol que consideramos más acertada, que es ofreciendo alternativas pero sin ir sermoneando a nadie. Queremos que esas propuestas sean lo suficientemente atractivas como para que el chaval pase un día del botellón porque al siguiente tiene un bolo. Además, vamos a volver a colaborar con Ailaket, la asociación que busca la reducción de riesgos en el consumo de drogas ilegales.

Adaptarse a la realidad.

Efectivamente, de eso se trata. A un chaval de 18 años no le puedes ir sermoneando con que no fume porros. Hay que ser más sutiles, no dar la espalda a la realidad y al mismo tiempo reforzar prácticas más positivas en el tiempo de ocio. Y si luego alguien se quiere ir de botellón...

El equipo de gobierno os dio por muertos, creó Haziak y luego os resucitó. ¿Se han superado ya las desavenencias?

Ha habido diferentes maneras de entender el programa y el proyecto. Sí que hubo desavenencias pero nos hemos vuelto a hacer amigos y hay que ir de la mano, ya que está la institución detrás y es así.

¿Se le puede augurar una larga vida a Gauekoak?

No lo creo. Por supuesto que todos deseamos que siga adelante, por la ilusión y el esfuerzo que le ponemos. Pero el Presupuesto en 2011 rondaba los 400.000 euros, el año pasado se recortó a 150.000 y es la cantidad con la que volvemos a contar.

Por eso le preguntaba al principio si no había sido complicado llenar la programación dados los recortes.

El año pasado sólo hicimos una temporada, antes hacíamos tres. Y esta vez vamos a hacer dos, con el mismo presupuesto que en 2012. ¿Cómo lo conseguimos? Tenemos que reducir gasto de infraestructura, el equipo de trabajo... Nosotros tenemos cintura para hacer cosas, y creo que eso el Ayuntamiento lo ha valorado. Pero aun así considero que seguimos estando en el punto de mira. Este año lo que nos ha reenganchado ha sido el pacto presupuestario PP-PNV, gracias a la apuesta del socio y a la presión de los otros grupos políticos. Eso ha permitido que volvamos a la carga, y que tengamos que coordinarnos con Haziak, que es lo que se sacó para sustituir a Gauekoak.

Toca demostrar que Gauekoak tiene que seguir adelante.

Hay que demostrar que es necesario, después de lo que ha sido cuestionado. Nosotros estamos con mucha ilusión y nuestra apuesta es darle duro este año para llegar a más gente y para hacer mejor las cosas.

El aperitivo de este año llega el sábado con la fiesta inaugural. ¿Qué se van a encontrar los chavales?

Desde las 19.00 horas en la sala Plaza de Artium estaremos con una pequeña muestra de todo lo que va a haber este trimestre, de la mano de las asociaciones: coches clásicos, swing, grafiteros, skate, palomitas de distintos sabores, clowns, los micrófonos de Cosa de Tres... Y a las 21.30 horas tendremos el concierto de Harresian Zulo, un grupo de sonidos vasco-africanos. Terminada la fiesta, el día 28 paramos, ya que es San Prudencio. Y regresamos el 4 de mayo a tope, ya sin parar, con conciertos, breakdance, talleres de surf y skate... Muchas cositas hasta el final de la temporada, el 20 de julio.