Bilbao. "La hija del matrimonio fue quien llamó por la tarde extrañada de que sus padres no la hubiesen avisado de su llegada a Carrión de los Condes (Palencia)". Son las palabras de Javier Villafruela, alcalde de la localidad palentina donde tres miembro de una misma familia vizcaína fallecieron la tarde del pasado martes como consecuencia de una intoxicación por monóxido de carbono, al parecer, ocasionada por la mala combustión de dos chimeneas. Los fallecidos -Jesús F. M. de 55 años y ertzaina jubilado por una incapacidad, su esposa, Yolanda N. M. de 54 años y el padre de esta Vicente N. F. de 83 años- eran vecinos de Trapagaran, aunque pasaban largas temporadas en la localidad de Carrión de los Condes donde poseían un chalé desde hace quince años en la urbanización Mirador de la Vega.

Como muchas otras Semanas Santas, Navidades o veranos, la familia se desplazó hasta la localidad palentina para disfrutar de las vacaciones y de largas estancias en esta localidad. El matrimonio, el abuelo y la mascota de la familia, un pastor alemán, llegaron al municipio a primera hora de la tarde del pasado martes, con la intención de preparar el chalé y calentarlo antes de la llegada de su hijo, de 35 años, y de su hija, embarazada de ocho meses.

La tragedia se desató poco después. En torno 14.00 horas después de saludar a unos vecinos, el matrimonio y el padre de ella se dirigieron a la vivienda. Allí, encendieron las dos chimeneas, una en el salón y la otra en el sótano y a partir de ahí se desconoce como se desarrollaron los hechos. Tal y como explicó a DNA el alcalde de Carrión de los Condes, cuando eran las siete y media de la tarde, extrañada porque no lograba contacta con sus padres, la hija llamó a unos vecinos de la urbanización y les pidió que se acercaran a comprobar que se encontraban bien. "Los vecinos llamaron varias veces a la puerta y al ver que no respondían saltaron la valla y miraron por la ventana", afirmó Villafruela. La escena que vieron los vecinos fue aterradora. El matrimonio y el abuelo estaban inconscientes, tendidos en el salón. "Estaban como dormidos, ni siquiera habían tenido tiempo de deshacer las maletas", apuntó el alcalde de la localidad.

Los vecinos rompieron la ventana para acceder al salón, alertaron al Servicio de Emergencias de Castilla y León y trataron de reanimar a las víctimas hasta la llegada del personal sanitario, pero las tres personas habían fallecido. "El personal sanitario hizo todo lo posible por reanimarles, pero ya era tarde", sostuvo Luis Domingo González, delegado territorial de la Junta de Palencia. Los cuerpos fueron trasladados al Tanatorio de Palencia donde se les practicó la autopsia. Después, los cuerpos fueron trasladados hasta Trapagaran, donde el próximo sábado tendrá lugar el funeral.

Intoxicación Tras la retirada de los cadáveres, los Bomberos de Fróimisa midieron los niveles de monóxido de carbono en el interior del chalé. Al parecer, la contaminación se produjo por la combustión de las chimeneas que fue "incompleta". La concentración de monóxido fue tan alta que el gas llegó a las dos plantas y el sótano de la vivienda unifamiliar. Los bomberos tuvieron que precintar el chalé y proceder a su ventilación. El aire se encontraba tan saturado que incluso el personal médico que trató de reanimar a las víctimas durante media hora tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital Río Carrión de Palencia aquejados de una intoxicación por inhalación de monóxido. La doctora, el enfermero y el conductor pasaron la noche en el centro hospitalario y fueron dados de alta la a lo largo de la mañana de ayer.