vitoria. Las riadas de los últimos días se han llevado Zadorra abajo algo más que barro y ramas, pero aún no se sabe exactamente el qué. Lo cierto es que, como adelantó ayer DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA, el agricultor Víctor Pérez de Nanclares se encontró el pasado sábado una enorme mancha aceitosa de diez metros de largo por uno de ancho tras bajar el nivel de agua en su finca de cereal de la localidad de Margarita, inundada durante días como consecuencia de la lluvia y las nevadas.

Para Pérez de Nanclares el líquido viscoso -"casi se podía coger con las manos"- es "un derivado del petróleo", y la organización ecologista Eguzki concreta aún más y afirma que en la zona había "un fuerte olor a gasoil". La unidad de Medio Ambiente de la Policía Local, sin embargo, descartó ayer que se tratara de este hidrocarburo, que se identifica prácticamente al instante por las iridiscencias que emite y que los agentes municipales no vieron al inspeccionar la zona afectada.

La teoría con la que trabaja la Policía Municipal de la capital gasteiztarra es que tras las lluvias y el deshielo la cercana depuradora de Crispijana no pudo asumir todo el agua que entraba en sus instalaciones y se desbordó, liberando los lodos contaminados provenientes de la red de aguas fecales de la ciudad. Por ahora, los especialistas en Medio Ambiente de la Policía califican estos lodos como "un producto sin determinar", tal y como aseguraron fuentes del Ayuntamiento a este periódico.

La de la saturación de la depuradora fue la primera hipótesis que se comunicó a Pérez de Nanclares cuando llamó a la Policía Local tras detectar la sustancia en su finca, el sábado, y es la que mantiene a día de hoy la autoridad municipal, a falta de completar las investigaciones implementadas.

El agricultor, por contra, cree que "alguien ha aprovechado para limpiar" al ver cómo los millones de litros de agua que bajaban por las anegadas riberas del Zadorra podían llevarse muy lejos todo tipo de residuos sin que nadie se percatara de ello. Idéntica teoría sostiene Eguzki, organización para la que el hecho de que la finca esté "en una zona limítrofe al polígono industrial" obliga a dirigir las pesquisas hacia alguna empresa del entorno. Los ecologistas instaron a la autoridad a que "adopte las medidas necesarias para mantener un medio ambiente sostenible, conjugándolo con el desarrollo industrial del polígono de Jundiz".

Desde Eguzki se recordó que el Zadorra es un Lugar de Interés Comunitario o zona LIC, y por ello exigía ayer "tanto a los bomberos como a los técnicos municipales y de URA" que "activen los protocolos para retirar el vertido". Asimismo, la organización criticó que "la Confederación Hidrográfica y URA no vigilen los ríos" con un mayor celo para evitar este tipo de situaciones.

el cereal en peligro Mientras, Pérez de Nanclares espera el momento de que escampe de una vez por todas tanto en el sentido literal como en el figurado. Tras tres semanas de lluvias su finca ha permanecido anegada prácticamente de forma continua, pues los obstáculos en el río y la escasa profundidad de éste en la zona hacen de Margarita una enorme piscina en cuanto llueve un poco por encima de lo normal o se abren las compuertas del embalse de Ullibarri Ganboa. Ahora, cuando el agua ha vuelto al cauce del Zadorra, ha aparecido una sustancia que, teme, ha podido impregnarse en la tierra donde cultiva su cereal.

Por su parte, Eguzki alerta del peligro que puede entrañar el vertido para el medio ambiente si sus sospechas de que es gasoil se confirman. "El combustible vertido -señalan los ecologistas- es de difícil biodegradabilidad y tiene un alto grado de afección a los ciclos biológicos que se desarrollan en el río, pues impregna las plantas de superficie y el sustrato de las orillas y compromete el desarrollo de la microfauna y la alimentación de especies mayores, como los galápagos, las anátidas y pequeños mamíferos asociados al soto del río".