carmen bernabé

Doctora en Teología por la Universidad de Deusto y diplomada en Trabajo social

"La interpretación del Evangelio está hecha solo por hombres"

Experta en Nuevo Testamento, Carmen Bernabé, ha analizado un sinfín de textos bíblicos con un marcado enfoque patriarcal, por lo que reclama un cambio de paradigma y constata cómo en los Evangelios existen testimonios decisivos de la participación de las mujeres.

C. Lago

VITORIA. ¿Qué le parece que la Iglesia esté desperdiciando un gran caudal de mujeres?

Me parece una frivolidad y una responsabilidad histórica tremenda, además de una gran falta de fe. En la Iglesia la palabra poder es tabú, pero todos los tabúes suelen esconder miedos que es mejor ventilar.

¿Cree que las religiones pueden legitimar las desigualdades de género recurriendo a Dios?

Sí. Se suele apelar a la voluntad de Dios para justificar decisiones coyunturales, históricas y culturales que son muy humanas. Eso se llama utilizar el nombre de Dios en vano, pero se hace, y no se cae en la cuenta de que la imagen de Dios que se trasmite es terrible. Si el dios que nos anuncian nos quiere perpetuamente menores de edad y sumisas, en función de mi sexo, y hace a los varones regentes de nuestro destino, es un dios en el que no merece la pena creer, o bien es un ídolo inventado al que se le atribuye una voluntad que más bien es reflejo de miedos masculinos o costumbres culturales patriarcales. Y a esa conclusión están llegando la mayoría de las mujeres jóvenes hoy que pasan de la religión. Por eso hablo de responsabilidad histórica.

¿Considera que el nuevo Papa debería hacer un cambio de rumbo revisando el papel de la mujer?

Por supuesto, pero soy muy pesimista. Ratzinger varió un poco su posición respecto a los musulmanes, a los preservativos. Sin embargo, no ha variado su postura sobre las mujeres que siempre ha sido muy restrictiva y arquetípica. El tema de la mujer en la Iglesia es un problema muy grave. No es edificante que cuando a alguien le van a ordenar obispo le pidan como prueba de ortodoxia que mantenga una posición contraria a la ordenación de la mujer y a su posición en la Iglesia. En el próximo cónclave, las mujeres no estaremos ni entre los electores ni entre los elegibles. Si quiere ser fiel al Evangelio, la Iglesia debe cambiar de rumbo en este tema y en otros.

¿Existe una tradición excesivamente masculina en la interpretación del Evangelio?

La interpretación oficial del Evangelio ha sido hecha y es hecha por hombres desde un lugar vital muy concreto. La perspectiva desde dónde se pregunta al texto es muy importante. Las mujeres llevan ya mucho tiempo estudiando, interpretando la Escritura y escribiendo teología desde otro punto de vista, y creo que hay algo de alarma entre algunos sectores porque las mujeres razonan y tienen opinión propia y distinta y además la argumentan. Esperemos que los sibilinos intentos para entorpecer el acceso de las mujeres a la educación teológica superior que han comenzado a aparecer no progresen.

¿La ordenación de mujeres es un planteamiento utópico?

Creo que la ordenación de las mujeres se incluye dentro de una serie de reformas en la Iglesia que deben ser afrontadas sin dilación, entre ellos el ministerio presbiteral. Utopía alude a algo que aún no tiene lugar. Pero utopía no es quimera. El origen y fundamento del cristianismo, Jesús de Nazaret, pasó por el mundo anunciando una utopía; el reino de Dios que él comenzó a hacer presente y realidad.

¿Qué desafíos debe abordar el próximo Papa para allanar el camino de estas desigualdades?

El reto es inmenso: traer la institución eclesial al siglo XXI, aceptando que en la historia humana, en sus hallazgos y logros de todo tipo actúa el Espíritu de Dios. Si Juan XXIII dijo que había que abrir las ventanas para que entrara aire fresco, el próximo Papa debería abrir ventanas y puertas, levantar persianas y alfombras y hacer corriente, llevar al trastero o dejar en un museo muchos muebles y objetos, y hacer del Vaticano un apartamento funcional, luminoso, amplio, acogedor, con una mezcla de estilos.

Bernabé asegura que el colectivo de mujeres teólogas es plural.

"Es una frivolidad

y una falta de fe

que se desperdicie todo el caudal femenino"