vitoria. Accedió al cargo hace mes y medio y ya ha tomado contacto con todos los agentes implicados en el sector del turismo y del comercio.

La semana pasada finalizó Fitur. ¿Qué balance hace?

Positivo porque fue el primer encuentro que mantuvimos el nuevo equipo con el sector turístico, tanto a nivel institucional como privado. La colaboración público-privada es fundamental y más en un sector que mueve un 5,3% del PIB y casi 93.000 puestos de trabajo.

En las reuniones que mantuvieron con los agentes privados, ¿se cerró algún acuerdo?

No, estamos en un proceso de escucha. Hay que analizar y poner sobre el papel qué entorno tenemos y cuáles son las líneas sobre las actuar.

La marca Euskadi-Basque Country fue su tarjeta de presentación.

Es una marca que no solamente es el eje de nuestro posicionamiento turístico sino también, como dijo la consejera, de la política exterior del país.

¿Hacia dónde se quiere llevar Euskadi-Basque Country?

Estamos trabajando en la definición de los mercados. Los últimos datos señalan que el 65% de los turistas son del mercado más cercano, de comunidades autónomas, y hemos alcanzado el 35% de visitantes extranjeros. Estamos en un proceso de reflexión, viendo esos destinos emergentes sobre los que se puede actuar.

En la inauguración de Fitur, la consejera Arantza Tapia aseguró que el turismo tiene que ser un sector "tractor" de la economía.

Sí. Consideramos que es un elemento generador de riqueza, tractor del tejido empresarial y un elemento que puede elevar la renta en el país. Está bien posicionado, aguantando la crisis. Somos un destino joven, con posibilidades de crecimiento. Nuestro interés es conseguir que el turista haga más pernoctaciones y tengamos un impacto mayor en la economía.

Sin embargo, Euskadi registró 17.000 turistas menos en 2012.

Sí, pero no de pernoctaciones.

¿Hay que apostar más por las pernoctaciones?

Hay que apostar por los mercados y por mantener e incrementar las pernoctaciones. En ese descenso del 0,7% del número de visitantes, no es igual el comportamiento del turista extranjero que el de las comunidades autónomas. Los extranjeros han crecido un 6%. Tenemos que actuar en dos líneas: en los mercados y reforzando nuestro posicionamiento.

El descenso se notó significativamente en Gipuzkoa y Araba. Bizkaia obtuvo resultados positivos.

Bizkaia tiene que seguir igual de bien. Estamos convencidos de que Gipuzkoa y Araba lo están haciendo bien pero tenemos que hacer una reflexión para mejorar esas cifras.

Para los próximos años, ¿qué retos se ha marcado?

Ahora las políticas turísticas van a abarcar más que la promoción turística. Vamos a analizar los mercados, la tipología de oferta, el formato de nuestro destino, la comercialización y la promoción. Hay tres grandes retos: posicionar nuestro destino, relanzar nuestra marca en el mundo e impulsar el tejido empresarial.

Durante el Gobierno de Patxi López, Bizkaia y Bilbao se separaron de Euskadi en las grandes ferias y apostaron por la marca Bilbao-Bizkaia. ¿Hay algún movimiento para que vuelvan a estar con Basquetour?

Creo que juntos somos más, Bizkaia, Gipuzkoa y Araba. La suma de todo lo que somos nos hace mucho más interesantes de cara al mercado. Los recursos son menguantes, las necesidades mayores pero es la suma de todo lo que nos hace más fuertes. No visualizo Euskadi-Basque Country sin alguno de los tres territorios.

Desde que Bildu llegó al Ayuntamiento de Donostia y la Diputación, el PSE-EE ha hecho hincapié en la pérdida del número de visitantes.

Si vamos a la hemeroteca, podemos ver que es una tendencia que venía de antes. Después de los contactos con la Diputación y el Ayuntamiento sabemos que consideran el turismo como una herramienta de trabajo en nuestro tejido empresarial.

Bildu ha criticado recientemente la política de Patxi López, por la cual "se ha fortalecido la imagen de la Rioja Alavesa" dejando de lado las sidrerías y el txakoli de Gipuzkoa.

Hay que apostar por los tres. Los tres nos hacen únicos.

La Denominación de Origen del txakoli ha estado en entredicho. ¿Cómo se va actuar en el futuro para defender el txakoli?

El trabajo que se está haciendo en el mundo del txakoli es fundamental. Vamos a hacer esfuerzos para que continúe así y se posicione como un producto referente y de calidad.

Hay situaciones que pueden afectar de manera negativa al turismo.

Euskadi está bien situada, desde el punto de vista de la accesibilidad por vía aérea, marítima, por tren. Tenemos que trabajar para que se palien las posibles repercusiones.

¿Hay que apostar por nuevas rutas?

Sí, siempre que sean viables y sean destinos para ese público objetivo y ese mercado interesado por nuestro destino.

Miami siempre suena como la ruta que va a abrir Euskadi al mundo.

Es una opción que sería bien vista. También hay otros destinos emergentes que se están analizando. China, Rusia... Y, por supuesto, Europa.

El turismo está ligado al comercio. Sin embargo, este sector está disminuyendo y los últimos datos hablan de una caída del 3,2%.

El sector del comercio supone un 11,3% del PIB, con casi 137.000 empleados. Además de esa riqueza, el comercio organiza, estructura y da vida a los municipios. Está pasando una época complicada por la caída de la demanda interna. Tenemos que colaborar con instituciones y el sector privado para sumar esfuerzos y adaptar los modelos de negocio al nuevo entorno, a los hábitos.

¿Se está trabajando en alguna medida para incentivar el comercio fuera de las épocas más fuertes?

A corto plazo, estamos trabajando en el fondo de liquidez adaptado al comercio porque uno de los principales problemas es la liquidez. Además, hemos hecho una reflexión testada con los agentes del sector para mejorar la gestión empresarial. También estamos abordando los decretos ley vinculados a la flexibilidad horaria, los festivos y las rebajas.

En Euskadi está permitido abrir 8 festivos al año, pero pocos abren.

Hay que testar al sector. Tenemos 45.000 establecimientos, de los que más del 50% están gestionados, dirigidos y trabajados por una única persona. Y complica mucho decisiones como la de abrir los festivos.

Madrid apostó por la liberalización de horarios durante todo el año. ¿Se podría dar en Euskadi?

Hay que preguntar al sector si es posible la liberalización absoluta teniendo en cuenta el tejido sectorial y ese equilibrio que buscamos de formatos y de territorios. Por abrir las 24 horas del día, los 365 días del año, no se consiguen más ventas.

¿Se van a otorgar ayudas a los nuevos emprendedores?

Además del fondo de liquidez, se están analizando posibles fondos de ayudas para los autónomos.

Se están elaborando los presupuestos. ¿Cuáles son las líneas?

Va a ser un año difícil para trabajar. Los recursos van a ser menguantes y tenemos que poner la mirada más lejos. Hay que trabajar sobre el fondo de liquidez, la ayuda en la adecuación de los modelos de negocio, en las políticas de flexibilización horaria... También con lo que tiene que ver con la normativa y la ordenación entre los municipios. En el medio plazo, trataremos de impulsar planes de orientación comerciales y visualizar nuevas fórmulas que están funcionando en otros países.