vitoria. Ikastolen Elkartea -que agrupa a 50.000 estudiantes y 4.000 docentes- es el primer agente educativo vasco que pone negro sobre blanco los contenidos mínimos que debería contener la Ley Vasca de Educación. Tras un profundo proceso de reflexión, las ikastolas presentaron ayer las cinco líneas rojas que defenderán si esta legislatura se abre un eventual debate que conduzca a la aprobación de una Ley o Acuerdo Escolar vasco que estructure y cohesione el sistema para acercar su rendimiento al lugar que le correspondería a Euskadi en función de la inversión que realiza en educación. Un nuevo marco que, en definitiva, mejore la eficacia del sistema y corrija sus desequilibrios.

Más allá de los contenidos concretos -garantizar el bilingüismo real, dignificar la función docente, etcétera...- las ikastolas proponen un cambio de paradigma en el que todos los centros, independientemente de su titularidad, sean concebidos por la Administración como un servicio público con los mismos deberes y los mismos derechos. Ello impondría un nuevo modelo de financiación que trate a las dos redes por igual. El documento presentado señala que si se quiere dar una respuesta educativa equitativa a las necesidades del alumnado "creemos imprescindible la distribución equitativa de sus recursos". Es decir, una dotación básica común de recursos para todos los centros del sistema, a fin de garantizar su funcionamiento, y una dotación de recursos complementaria sobre la base de situaciones específicas como el nivel socioeconómico de las familias, el porcentaje de alumnado con necesidades especiales o el número de inmigrantes

Para las ikastolas, esa Ley o Acuerdo debería "garantizar la consecución de un bilingüismo real y una opción de plurilingüismo" que se articule en torno al euskera como eje, tomando como referencia el nivel de competencia lingüística del Marco de Referencia Europeo y adecuándose al contexto lingüístico de cada centro.

Asimismo, creen que el sistema "debiera garantizar la opción del currículum vasco" en base a competencias. Según la patronal, el fin de la escuela debe ser "la excelencia", es decir, "la mejora del rendimiento escolar de todo el alumnado" ya que ello tendría un "efecto tractor" sobre el conjunto de los centros. Por último, proponen que establezca una "renovada función docente".