Vitoria. La plataforma en favor de los derechos sociales Elkartzen ha propuesto que todas aquellas viviendas sujetas a ejecución hipotecaria pasen a formar parte de un parque público de vivienda en régimen de alquiler local, a las que habría que sumar las más de 250.000 viviendas que se encuentran vacías en el País Vasco y Navarra.

En rueda de prensa en Bilbao, el miembro de Elkartzen Aitor Balda ha realizado tres reivindicaciones para hacer efectivo el derecho a la vivienda. Como primera medida, ha hecho un llamamiento a los gobiernos vasco y navarro para que impongan la suspensión de "todos" los desahucios relacionados con impagos, por causas objetivas, aduciendo para ello la situación de crisis económica que padece el Estado. Asimismo, insta a los ayuntamientos a que aseguren la asistencia legal y ayuda a las personas afectadas por los desahucios, para evitar que se queden en la calle. "Les pedimos que se nieguen a colaborar en este despropósito que supone desalojar a las personas de su lugar de residencia", manifestó Balda.

Elkartzen apuesta, además, por la creación de comisiones locales especiales, con participación popular, para afrontar el problema desde el ámbito más cercano.

En esta línea, Balda rechaza los "abusivos" precios que, a su juicio, se cobra por los alquileres -900 euros de media en Euskadi-, mientras que el Sueldo Mínimo Interprofesional alcanza únicamente los 641 euros. "Hay que establecer un límite a los precios por los alquileres, tanto a los protegidos como a los de mercado", subrayan.

Por otro lado, desde Elkartzen se muestran "alegres y esperanzados" ante el grado de concienciación y movilización que a lo largo de estos años está dando la clase trabajadora, y aseguran que "recogen el guante" lanzado desde diferentes sectores para crear un frente común que haga efectivo un derecho como el de la vivienda digna. que ahora "tan sólo es una formalidad", critica la plataforma social.

SOLUCION GLOBAL "Podremos alargar plazos y buscar resquicios legales, pero mientras no se ataje el problema de una manera global e integral no veremos satisfecho el problema de acceso y disfrute a una vivienda digna para todas las personas". En este sentido, Elkartzen critica que, en lugar de inyectar dinero a los bancos o de ofrecer refugio a las constructoras, se piense en ayudar a las personas que se han visto obligadas a adquirir una hipoteca.

Valora, por otro lado, que sólo la movilización popular, la solidaridad y los esfuerzos desinteresados de un sector de la población han obligado a los sectores que han hecho negocio con el préstamo de créditos a recular en sus intenciones de realizar uno de los mayores trasvases de rentas por la vía de los desahucios. "Los que hacen su dinero prestando el dinero ajeno y especulando con él, no tienen derecho a consideraciones especiales", concluye Balda, haciendo suya una frase del revolucionario argentino Ernesto Che Guevara.