Cerca de la mitad de los menores españoles de entre 9 y 16 años sostiene saber "mucho más" sobre Internet que sus padres, cuando la media europea está en el 36%. Esta relativa ignorancia eleva los riesgos a los que están expuestos niños y adolescentes por usar las nuevas tecnologías. Sin ir más lejos, el 53% de las familias cuyos hijos han visto imágenes sexuales a través de la Red niega rotundamente que lo hayan hecho.

Los expertos advierten a las instituciones de la necesidad de hacer un esfuerzo de cara a la alfabetización digital de los progenitores. Así lo han puesto de manifiesto en un informe los investigadores del proyecto EU Kids Online, que se lleva a cabo en colaboración con la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), y que otro año más ha publicado un listado de recomendaciones específicas para España. Así, Maialen Garmendia, profesora de la citada institución académica y responsable de la investigación en este país, advierte de que el nivel de los padres de Internet es aún "bajo" y el desarrollo de estas habilidades es "clave" ya que "permite una mejor labor de mediación en la relación del menor" con las tecnologías.

El estudio llevado a cabo por primera vez en 33 países europeos revela diferencias importantes entre los usos que se les da a los ordenadores y otros dispositivos, por lo que se concluye que no puede haber una única solución para la seguridad de los niños en Internet". En el Estado español, el porcentaje de niños y niñas que usan Internet en su propia habitación es uno de los menores de Europa. Esto constituye un nuevo reto de cara a la supervisión del uso de la Red que hacen los menores, puesto que ellos acceden a Internet cada vez más a través de los nuevos dispositivos portátiles. En tanto que cada vez más niños navegan a través de sus teléfonos móviles, los consejos tradicionales tales como colocar el ordenador en la sala han quedado relativamente obsoletos.

Ante este escenario, la profesora Garmendia señala la necesidad de que, por una parte, "la industria mejore los dispositivos de seguridad y de verificación de la edad de los usuarios". Al mismo tiempo, insiste en que los padres y madres deberán modificar sus estrategias de supervisión del uso de Internet, en beneficio de estrategias más activas centradas en mejorar la comunicación con los menores en relación con sus actividades en el ciberespacio.