Laguardia. "Nosotros preferimos prevenir a intervenir". Fernando Martínez Ilarduya, que es el coordinador de las Unidades de lucha contra los incendios (las llamadas UCEIS) de Álava, lo dice en un año complicado en la lucha contra el fuego. La Agencia Estatal de Meteorología, por ejemplo, reflejaba anteayer que, pese a que el riesgo de incendios es moderado en el territorio, también hay un importante número de zonas con riesgo alto y unos leves puntos en situación de riesgo muy alto. Nada que ver con el peligro de Aragón o Cataluña, pero en esta materia prevenir es curar. No obstante, este responsable de los equipos contra el fuego destaca la estructura y los acuerdos alcanzados por Álava para combatir el fuego.

A lo largo de 2011, por ejemplo, los Bomberos de la Diputación alavesa realizaron más de 1.000 intervenciones. Destacan las 306 de la zona de Ayala, ayuntamiento que dispone de su propio servicio contra incendios, 220 en el entorno de Rioja Alavesa, 170 de la zona de Espejo o las más de 150 de la UCEIS de Salvatierra, que se inauguró el año pasado.

El País Vasco ha estado en estado de emergencia y, aunque hace apenas una semana el Gobierno Vasco retiró el aviso al pasar la ola de calor, lo cierto es que el riesgo se presentaba tan extremo que la propia Diputación Foral de Álava tuvo que salir al paso: "Las condiciones ambientales reinantes y la extrema sequedad de la vegetación obligan a que se sigan tomando el máximo de precauciones a la hora de desarrollar cualquier actividad que pueda entrañar riesgo de iniciar un incendio. Por ello, se solicita de la población en general y de los que desempeñan actividades profesionales, tanto agrícolas como forestales e industriales, en particular, en el medio rural que extremen las medidas de precaución a la hora de desarrollar su trabajo. Igualmente, se solicita que cuenten con algún elemento -mochila, cisterna...- en el que el agente extintor sea el agua, para actuar con prontitud en el caso de que se iniciara la combustión de la vegetación circundante, así como llamar de inmediato al teléfono 112".

La recomendación, según explica Fernández Ilarduya, respondía a un llamamiento preventivo, no a que hubiera temor a que se desataran incendios importantes, aunque los hubo fuera del territorio histórico, como es el caso de Navarra. Pero la tranquilidad que se quería transmitir con la recomendación no estaba dirigida a los especialistas que luchan contra el fuego. Ellos estuvieron en alerta por emergencia y lo siguen estando "por si acaso" y porque ése es su trabajo. Un total de cinco autobombas repartidas por todo el territorio histórico permanecen en alerta por si se requiere su presencia inmediata. Éstas se encuentran en las UCEIS de Llodio, Espejo, Laguardia, Salvatierra (que también se ocupa de Kanpezu si es necesario) y Valdegovía.

Éstas son las que se podrían llamar la primera oleada para actuar y lo hacen con bastante rapidez, según el coordinador de las UCEIS, aunque en ocasiones las carreteras no ayudan precisamente a ello. El tiempo estimado de llegada al punto más lejano de sus áreas de actuación es de veinte minutos en el 90% de los casos. Y tras la autobomba aparecen el resto de servicios. En ocasiones proceden de Vitoria, pero en otros muchos llegan del exterior de Álava.

los acuerdos "Con La Rioja tenemos varios convenios de colaboración, para que, por poner un ejemplo, desde Haro se pueda atender cuando sea necesario a Labastida, porque se desplazan mucho antes que desde territorio alavés; y, mientras, desde Logroño apenas se tardan diez minutos en llegar hasta Oion", comenta Martínez Ilarduya. "Disponemos de convenios, además, con la Diputación con Miranda de Ebro para atender la zona de Ribabellosa. Y con los gobiernos de Gipuzkoa y Bizkaia también, lo mismo que con Navarra, para atender, si es necesario, la zona de Kanpezu", enumera.

Pero, en principio, el objetivo es ser autosuficientes con las UCEIS existentes en el territorio. De momento son las mencionadas de Laguardia, Espejo, Salvatierra y, dentro de un año, en Santa Cruz de Campezo. En cada una de las que están funcionando hay una plantilla de tres bomberos. Así, en estos momentos, el personal de las UCEIS es de 36 personas, 12 por unidad, a los que hay que sumar los 33 que operan en el Consorcio de Ayala. Su trabajo es fundamental ya que no sólo protegen del fuego a las localidades que están en su radio de actuación, sino que también actúan en caso de incendios forestales, industriales o accidentes en los que es necesaria su presencia.