Vitoria. El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja ha comenzado el control de la maduración de la uva. El examen se ha iniciado por la zona de Rioja Baja y los resultados ofrecen una previsión alentadora de la situación en Álava, donde se cultivan algunos de sus mejores caldos. En general, el fruto presenta una evolución correcta y un retraso respecto a la campaña de 2011, pero en fechas normales dentro de la media de los últimos años.

Según especificó el Consejo, los resultados de los análisis de las muestras recogidas por sus examinadores permiten ofrecer un primer balance cualitativo de la situación actual de la cosecha 2012 para esta subzona de Rioja, cuya superficie de viñedo representa el 36% del total de la DOC Rioja. El boletín de maduración, elaborado esta semana con los datos analíticos del primer muestreo, indica que el viñedo presenta un buen estado vegetativo y sanitario, con una evolución correcta de la maduración, si bien en las parcelas situadas en tierras de secano más áridas conlleva un mayor retraso.

Dada la diversidad climática que presenta el mundo Rioja, para la toma de muestras se subdivide el territorio de la DOC en veinte zonas vitícolas, coincidiendo con la variación, con su orografía y con la gradación progresiva de la altura del valle del Ebro, cuyas cotas van de 300 a 700 metros. De acuerdo a esa fragmentación, el Consejo ha elegido los 55 viñedos testigo en función del grado de representatividad de la zona en que se ubican y en cada uno de ellos se han tomado, de 33 cepas diferentes, un total de cien bayas, dos del hombro y una del ápice de cada racimo.

Las muestras recogidas por los examinadores del Consejo han sido analizadas en los tres laboratorios oficiales de la Denominación: las estaciones enológicas de Haro (La Rioja) y Olite (Navarra) y la Casa del Vino de Laguardia (Álava). Los tres han analizado aquellos parámetros que, al alcanzar el equilibrio idóneo entre sí, permiten determinar el momento óptimo de madurez de la uva. Son el peso, el grado alcohólico probable, la acidez total tártrica, el pH, el ácido málico, el potasio, el índice de polifenoles totales, y los antocianos, así como la intensidad colorante.

A este control seguirán muchos más. Y es que estos exámenes se efectúan semanalmente hasta el comienzo de la vendimia en cada zona y los datos se publican en el boletín de seguimiento de maduración de la uva del Consejo, en el que se especifica la localidad y paraje en que ha sido tomadas las muestras, lo que permite al viticultor establecer una comparación con sus viñedos. Pronto, le llegará el turno a Rioja Alavesa.

Peor que antaño Estos datos sirven para completar otros dados en julio por el propio Consejo Regulador de la DOC Rioja avisa. Entonces explicaba que la vendimia tras el verano no será todo lo buena que se pretende. Y no lo será por las condiciones meteorológicas que se han dado hasta la fecha, caracterizadas por una pluviometría más bien escasa. Al respecto, el director gerente del citado organismo que gestiona las fórmulas de producción y comercialización de los caldos que salen a la venta con el emblema Rioja, Víctor Pascual, señaló que el estado fenológico de las uvas en bueno, aunque "algo retrasado" y con índices de fertilidad "inferiores" a otros años y a otras campañas, ya que está condicionado por la sequía, pero se mantienen "dentro de la normalidad". También advirtió que, si no llueve, será una campaña "difícil" para las zonas de secano, aunque confía en que la vendimia se desarrolle en las mismas fechas que en años anteriores.