Bruselas/Vitoria. El viceprimer ministro belga Johan Vande Lanotte ha criticado los mensajes lanzados por la Agencia Federal de Control Nuclear de Bélgica (AFCN) tras los problemas encontrados en la central atómica de Doel 3. En ese sentido, acusó al director de ese organismo, Willy De Roovere, de "crear pánico" con sus palabras, ya que el pasado sábado aseguró en una entrevista con el diario De Morgen que es probable que los problemas detectados en la central nuclear belga en problemas -ya paralizada tras descubrir numerosas grietas en la vasija del reactor- se den también en otras plantas atómicas, tantas como 20 en Europa, Estados Unidos y Argentina. Éstas son las que comparten las vasijas fabricadas por un mismo productor. Éste fabricó componentes para una veintena de centrales en distintos países, incluidas las españolas de Garoña, en Burgos, y Cofrentes, en Valencia. De ahí que desde Bélgica, el equivalente al Centro de Seguridad Nuclear (CSN) español pidiera el cierre de todas esas instalaciones si se descubrían los mismos problemas.
Dadas las circunstancias, el número dos del Gobierno belga explicó que "en lugar de crear el pánico en los medios de comunicación sería mejor que informase con precisión al Gobierno y los ciudadanos de los riesgos y de lo que se debe hacer". El viceprimer ministro, responsable de Economía y Consumo, lamentó que la información que está ofreciendo la AFCN no sea del todo coherente. A las críticas se sumó también el secretario de Estado de Energía, Melchior Wathelet, quien lamentó el "mensaje catastrofista" de De Roovere.
En cualquier caso, el directivo criticado salió a la palestra el fin de semana con un mensaje en el que ponía en duda la seguridad de muchas instalaciones, entre ellas, la de la vetusta central de Garoña, conocida como la de las mil grietas. "Me parecería sorprendente que no hubiese nada", dijo De Roovere en la entrevista ahora en solfa, en la que alertaba además de que si los indicios de miles de pequeñas fisuras detectadas en Doel se deben a un problema del acero utilizado, las anomalías podrían repetirse en las 350 centrales de la misma generación repartidas por todo el mundo. Para el Centro de Estudios de la Energía Nuclear (CEN) de Bélgica, sin embargo, esa conclusión resulta "prematura", según aseguró ayer en un comunicado.
En la nota, el CEN desmiente al periódico Het Laatste Nieuws, que ayer atribuía al director general del centro, Eric van Walle, unas declaraciones en las que se aseguraba que todos los reactores de la misma generación que Doel 3 podrían presentar anomalías. "El CEN cuenta con una importante experiencia en materia de vasijas de centrales nucleares, sin embargo, estima que hoy toda conclusión sería precipitada, conviene esperar a los resultados del estudio", añadió la nota.
El caso es que el reactor de Doel 3, construido en los años 70, se encuentra parado temporalmente para ser sometido a nuevas inspecciones. Las autoridades belgas van a analizar también esa parte del reactor de Tihange 2 (en el sur del país), construida por la misma compañía holandesa, Rotterdamsche Droogdok Maatschapij, padre de componentes de Garoña.
Precisamente, ésta dio a conocer ayer que funcionó al 100 % de potencia durante el mes de julio, salvo el día 8, cuando se produjo una bajada de carga hasta el 65 % durante unas horas para la realización del ajuste de las barras de control. La empresa propietaria de la central, Nuclenor, aún no ha presentado la solicitud de prórroga de la instalación hasta 2019, que es un requisito necesario para que no se produzca el cierre de la planta en 2013, como había decidido el anterior Gobierno mediante una orden ministerial. Además, según la información facilitada por Nuclenor, la emisión de contaminantes durante el mes de julio ha sido insignificante.