Bilbao.Acaban de llegar y ya están pensando en volver. Los tres cooperantesvascos de Mundubat que este domingo fueron repatriados desde Tindufregresarán a los campamentos saharauis el próximo día 10 y tres díasantes -el 7 de agosto- saldrá un vuelo en el que numerosasorganizaciones vascas y algunas estatales, además de unos veintevoluntarios, se trasladarán al Sahara para demostrar que las amenazasterroristas -"reales o no"- no pueden ganar la batalla a la solidaridad.

Lasasociaciones vascas que trabajan en apoyo del pueblo saharauirechazaron ayer la decisión "unilateral" del Gobierno español derepatriar a los cooperantes y descartan los argumentos de presuntainseguridad esgrimidos por el Ministerio de Exteriores. Para losresponsables de estas ONG que han sido consultados por DEIA, detrás dela medida hay otras razones que tendrían que ver con un cambio en lapolítica de cooperación del Estado español, con la preparación de unaintervención militar internacional en Mali o con la presuntacolaboración entre el grupo terrorista que secuestró a los cooperantesAinhoa Fernández y Enric Gonyalons con el Gobierno de Marruecos.

Sinembargo, frente a las dudas y discrepancias planteadas por losrepresentantes saharauis y las organizaciones que trabajan en loscampamentos, el Gobierno español no hace más que reiterar la existenciade indicios "fundamentados" de la preparación de una acción terroristacontra los cooperantes. Ayer mismo el ministro de Asuntos Exteriores,José Manuel García-Margallo, volvió a justificar la decisión derepatriar a los cooperantes: "Puedo garantizar -dijo- que sabíamos quese iba a producir este secuestro. Los indicios que tenemos son ciertose inminentes".

Menos ayudaPara las organizaciones vascas de apoyo al pueblo saharaui, "lasrazones aducidas de falta de seguridad ante un supuesto riesgoinminente de ataque terrorista no concuerdan con el análisis de lasautoridades argelinas y saharauis ni de personas expertas en seguridadde la zona". Estas ONG señalan que "dado que la repatriación no ha sidoconsensuada ni con las autoridades legítimas saharauis ni con lasorganizaciones presentes en los campamentos, creemos que se trata de ungasto inútil encaminado a encubrir la voluntad del Gobierno español dereducir la escasa ayuda que presta al Pueblo Saharaui y para presionarpolíticamente al Frente Polisario en estos momentos de grave emergenciahumanitaria para que acepte el intolerable statu quo político actual".

Elrechazo de la decisión de retirar de los campamentos saharauis a todoslos cooperantes que se coordinan con la Agencia Española de CooperaciónInternacional se materializará en unos pocos días con la organizaciónde un viaje "de solidaridad y testimonio", con el que representantes deorganizaciones vascas y estatales, así como trabajadores voluntariosquieren demostrar que "no existen más riesgos que hace unos meses" yque "no se debe tener miedo de viajar al Sahara".

Eneste sentido, Eneko Calle, portavoz de la Coordinadora Euskadi-Sahara27 de febrero, indicó que "el día 7 de agosto habrá un viaje que noestaba programado pero que se ha decidido organizar después de estadecisión de repatriar a los cooperantes, porque queremos demostrar quese puede seguir viajando allí y que los cooperantes ya están queriendovolver". "El mensaje que tenemos que transmitir es de tranquilidad y nocaer en el error de tener miedo a viajar a los campamentos -añadióCalle-. Durante Semana Santa y el puente de la Constitución haymuchísimas familias vascas acogedoras de niños saharauis que viajan aTinduf y cualquiera que haya estado allí conoce bien al pueblosaharaui, las medidas de seguridad que se han puesto en marcha y latranquilidad que hay en los campamentos. Por eso una decisión del tipode la adoptada por el Gobierno español supone caer en los objetivos quequieren conseguir los grupos terroristas que están actuando en Mali:que no vaya ninguna persona extranjera ni injerencias extranjeras en elnorte de África".

El regreso Otrademostración práctica de la falta de credibilidad que para las ONGtienen las advertencias del Gobierno español es el anuncio por parte deMundubat del inminente regreso de sus tres cooperantes repatriados ydel próximo traslado a Tinduf de cuatro más (dos médicos y dosenfermeras) que trabajarán durante el verano en el hospital de Auserd,en el Sahara Occidental.

XabierMarkiegi, presidente de Mundubat, criticó que la repatriación de loscooperantes se hubiera hecho "sin ninguna coordinación" con las ONG quetrabajan allí y sin preguntarles "si queremos regresar o no, o sicreemos que hay mucho peligro". "No se han coordinado con lossaharauis, que son los que proporcionan las medidas de seguridad a lasONG. Es una medida unilateral", añadió.

Ensu opinión, la amenaza terrorista de la que habla el Gobierno español"es poco creíble" y apuntó que los cooperantes de Tinduf no perciben"el peligro" que Exteriores dice que existe "más que en otrosmomentos". "En todos los lugares, en todo África, en estos momentos haypeligro, en unos sitios más que en otros. En Somalia, en Afganistán,hay peligro, y se sigue cooperando, sigue habiendo proyectos decooperación. Hace cinco años había más tranquilidad en los campamentosde Tinduf, pero no quita para que se haga el trabajo de cooperación yde emergencia. Estamos en países en conflicto. Estamos en Palestina,estamos en Gaza, y hay mucho más conflicto, mucho más peligro, que loque hay en los campamentos saharauis", puntualizó.

Lejos de Mali Lasdudas sobre el nivel de riesgo en la zona donde se ubican loscampamentos saharauis son comunes a todos los que trabajan en ellos.Jesús Garay, presidente de la Asociación de Amigos de la RASD de Araba,insistió en que la repatriación "es una medida que no tiene sentidoporque es contradictoria con el hecho de que otros cooperantes quetrabajan en la zona mucho más cerca del peligro teórico que supone elterrorismo islámico no han sido evacuados". "Hay que tener en cuentaque los campamentos está a 2.000 kilómetros de Mali, tanto en ese país,como en Mauritania y Argelia hay otros voluntarios de las mismasorganizaciones que han sido evacuadas de los campamentos saharauis queno han sido repatriados. Además, el supuesto riesgo todavía sinconcretar no es compartido ni por las autoridades argelinas, ni por lassaharauis. No estoy diciendo que sea mentira, solo que la informaciónque tiene el Gobierno español debe ser muy especial porque no escompartida por otros expertos y servicios de información, como los deFrancia, Argelia y Estados Unidos".

Garayinsistió en que la repatriación "perjudica al pueblo saharaui ybeneficia a Marruecos y no es entendible ni en el marco de lacooperación ni en el de la seguridad". Apuntó que la medida puede serparte de la negociación para liberar a Gonyalons y Fernández, pues elgrupo que los secuestró "fue sospechoso de colaborar con Marruecos yesto se puede ver claramente como un arma de Marruecos".